Barbecho es una noción con origen en el término latino vervactum que permite nombrar al terreno destinado al cultivo pero que no es sembrado durante más de un año con el objetivo de recuperar sus mejores condiciones.
El barbecho es el resultado de la acción de barbechar, que consiste en arar el suelo sin sembrarlo para que pueda descansar. La finalidad del barbecho es evitar la sobreexplotación del recurso natural.
Las poblaciones originarias del continente americano ya apelaban al barbecho en la antigüedad. En el continente europeo la técnica comenzó a popularizarse a partir de la Edad Media.
Características del barbecho
A través del barbecho se combinan los ciclos de cultivo y de descanso. De esta manera se busca que el suelo no pierda sus cualidades. Por lo general, durante el barbecho el terreno se ara pero no se cultiva. Esto permite eliminar las malezas (las cuales se usan como abono) e incrementar la humedad de la tierra, favoreciendo la recuperación de los minerales que se pierden con el cultivo.
Es importante resaltar que el terreno en barbecho no se deja abandonado ni inactivo, sino que se somete a diferentes labores que sirven para ayudarla a recuperar sus nutrientes de manera que sea posible sembrar en él durante la temporada siguiente. Existe, por otro lado, el concepto de rastrojera, el cual sí hace referencia a la parcela de tierra que no se trabaja de ninguna manera entre dos cosechas determinadas.
Clasificación según el tipo
A grandes rasgos, es posible distinguir entre dos tipos de barbechos, los largos y los cortos: en el primer grupo están los que contemplan un período de tiempo largo entre un cultivo y otro, de manera que la tierra pueda recuperarse por completo; el barbecho corto, por otro lado, no supera los dos años de descanso, razón por la cual el terreno no puede regenerarse al cien por ciento.
Esta clasificación se asocia a ciertos nombres que forman parte de la jerga de los agricultores. Por ejemplo: si hablamos de barbecho de año y vez, estamos haciendo alusión al que permite que el terreno descanse por un año; el barbecho al tercio, por su parte, es aquél en el cual se contemplan dos años de descanso por cada uno de cultivo.
Además del tiempo que se deja descansar la tierra se encuentra el modo en el cual se aplica el barbecho, y esto da lugar a una nueva clasificación. El barbecho herbáceo es el que consiste en abandonar la tierra por completo, o sea no mantenerla de ningún modo mientras se deja descansar (lo que anteriormente se describe como rastrojera); el barbecho labrado es justamente lo contrario.
También se puede hablar de barbecho semillado, si se siembra algo durante el proceso (que puede incluir especies de leguminosas como ser yeros, veza, garbanzos o lentejas, las cuales ayudan a enriquecer el suelo), o de barbecho blanco, si no se siembra nada.
Barbecho en la actualidad
En la actualidad, en la mayoría de las explotaciones agroindustriales no se practica el barbecho ya que se pretende obtener utilidades de manera constante, sin importar la destrucción del suelo; una de las pocas excepciones es la agricultura extensiva, que suele practicar el barbecho junto con los sistemas de rotación de cultivos.
En cambio, las poblaciones indígenas suelen mantener el barbecho para equilibrar la utilización de los recursos naturales y minimizar la presión que se ejerce sobre el terreno.
Otros usos del término
La expresión “firmar en barbecho”, por otra parte, alude a rubricar algo sin leerlo o examinarlo. Por ejemplo: “El abogado me hizo firmar el contrato en barbecho”.
También se denomina barbecho, por último, al color marrón suave que se asocia a la tonalidad del terreno en barbecho.