Cajonera es un término con varios usos. El concepto puede aludir a un mueble cuya estructura está compuesta por cajones.
Mueble con cajones
Cabe destacar que un cajón es un recipiente que, en una cómoda, un armario, etc., se introduce en un hueco específico y se saca del mismo. Los cajones se utilizan para guardar todo tipo de elementos.
Retomando la idea de cajonera, se trata de una pieza del mobiliario formada exclusivamente por cajones. De este modo carece de puertas y de estantes, aunque puede aprovecharse la superficie de su parte superior a modo de mesa.
Lo habitual es que las cajoneras dispongan de un marco simple para contener los cajones. Muchas veces no tienen patas, aunque algunos modelos presentan patas de tamaño pequeño.
Posibles ubicaciones
Las cajoneras pueden ubicarse en todos los ambientes de la casa. En los dormitorios, por ejemplo, las cajoneras se usan para guardar ropa. En una cocina, la cajonera suele destinarse al almacenamiento de cubiertos, manteles, servilletas, paños o trapos.
En las habitaciones de los más pequeños, por otra parte, una cajonera puede tener otros usos más específicos. Por ejemplo, pueden usarla para guardar los juguetes, los muñecos y los juegos de mesa, todo esto dependiendo de las dimensiones del mueble. Si hablamos de niños más grandes, también puede dejar en la cajonera sus útiles escolares y sus libros de texto.
Mientras que hay cajoneras que se instalan en cualquier sector de la habitación (por lo general, junto a una pared), otras se colocan en el interior del placard o armario. También es frecuente que se destinen a sectores de la vivienda que resultan difíciles de aprovechar, como debajo de las escaleras.
Dadas las dimensiones y la forma de la cajonera, puede resultar especialmente útil para este fin. Además, se trata de un mueble que se fabrica y se comercializa en proporciones diferentes: los hay cúbicos (cada una de sus caras tiene las mismas dimensiones que el resto, o la diferencia es ínfima), pero también hay modelos más altos que anchos y profundos. Los primeros suelen tener tres cajones como máximo, mientras que estos últimos comienzan en cuatro.
Cajonera con baúl
Una variación poco común de la cajonera incluye un baúl, generalmente ubicado en la cara opuesta a la de los cajones. Esto significa que de un lado tenemos acceso a los cajones, pero del otro contamos con una tapa para guardar objetos más grandes, de formas o tamaños que no sean adecuados para los primeros.
La dirección en la que se abre el baúl no siempre es la misma, en especial si el mueble se encarga a medida. Pero por lo general se hace en el mismo sentido que la apertura de los cajones. Esto presenta una desventaja, a la vez que una ventaja: por un lado, un mueble de estas características es ideal para guardar un gran número de artículos de diferentes tamaños, algo especialmente útil para que un niño tenga todos sus juguetes en un mismo sitio; sin embargo, para acceder al baúl es necesario que solamente una de las caras del mueble esté pegada a la pared.
Esto se soluciona fácilmente, rotando la dirección en la que se abre la tapa, para que sea perpendicular a la de los cajones. De esta manera, dos de sus caras pueden bloquearse sin que esto represente un problema.
Otras acepciones
Cabe destacar que la Real Academia Española (RAE) reconoce otros usos de la noción. Una cajonera, de este modo, puede ser una jardinera (una instalación para poner plantas ornamentales); un tipo de cajón que forma parte de los pupitres y donde los alumnos guardan sus libros; o una estructura que resguarda los semilleros, por mencionar algunas posibilidades.