Se denomina cal a una sustancia de tonalidad grisácea o blanquecina que está formada por óxido de calcio. El término tiene su origen etimológico en el vocablo latino calx.
La cal se produce cuando un mineral calcáreo es abrasado por completo, con lo cual el fuego elimina el ácido carbónico de su composición. A este proceso se lo conoce como calcinar.
Cuando la cal entra en contacto con el agua, puede apagarse (hidratarse). En este marco se produce una liberación de calor.
Tipos de cal
El óxido de calcio en sí mismo recibe el nombre de cal viva. Esta sustancia es cáustica: produce quemaduras en los tejidos de las personas y los animales. Por eso debe manipularse con mucha precaución.
La cal muerta, cal apagada o cal hidratada, en tanto, surge cuando la cal viva es tratada con agua. En este caso, el componente más importante del producto es el hidróxido de calcio. La hidratación de la cal viva puede llevarse a cabo con un nivel acotado de agua (dando como resultado un polvo seco), con una cantidad media (produciendo una pasta) o con mucha agua (generando una suspensión).
La cal hidráulica, por otro lado, surge al calcinar aquellas piedras calizas que presentan cerca de un 20% de arcilla en su composición. Tras la calcinación y su pulverización, puede mezclarse con agua para fraguar como el cemento.
Usos y aplicaciones
El ser humano aprovecha la cal desde tiempos remotos. Uno de sus usos más frecuentes consiste en la creación de argamasa, un conglomerado formado por cal, agua y arena que se utiliza en la albañilería.
La argamasa forma parte del conjunto de los morteros, que son las masas hechas con agua, arena y un conglomerante. La cal, en este marco, es el conglomerante (el material que se emplea para la unión de los componentes).
Gracias a la argamasa, es posible unir ladrillos o piedras en la construcción. Este mortero hecho con cal tiene buena durabilidad, puede adaptarse a diferentes estructuras y es económico, aunque ofrece menor resistencia que los morteros con cemento.
La cal también se utiliza para pintar fachadas y paredes. Lo habitual es que se aplique en viviendas levantadas con adobe. En la zona del Mediterráneo, muchos pueblos se caracterizan por sus casas de color blanco, que adquieren este tono al estar pintadas con cal para reflejar la luz del sol y minimizar el ingreso de calor.
Cal en la agricultura y la gastronomía
En el trabajo agrícola, la cal puede usarse como fertilizante y como biocida y para optimizar las características del suelo. Esto se debe a que suministra calcio a los cultivos y sube el pH del terreno, por mencionar dos de sus aportes.
La cal incluso se usa para cocinar. Una manera de preparar zapallo en almíbar, por ejemplo, consiste en sumergir cubos de este alimento en una solución de agua y cal. De esta manera, el zapallo adquiere una cubierta crujiente. Por supuesto, los trozos del fruto luego deben enjuagarse bien para que no queden restos de cal.