El cáñamo es una planta que pertenece al conjunto familiar de las cannabáceas. La raíz etimológica del término se halla en el latín cannăbum, que deriva de cannăbis.
Existen, en realidad, distintas variedades vegetales conocidas como cáñamos que forman parte de la familia de las cannabáceas. Se trata de plantas con flores de color verdoso, hojas opuestas y un tallo hueco que puede extenderse cerca de dos metros.
Con el cáñamo se pueden elaborar fibras textiles, papel, biocombustibles y aceites, entre otros productos. Sus semillas, además, son comestibles. El cultivo del cáñamo, sin embargo, suele estar prohibido o limitado ya que la planta posee un compuesto químico que resulta psicoactivo: el tetrahidrocannabinol (THC).
Esto hace que muchas veces se asocie la planta de cáñamo al consumo de THC con una finalidad recreativa o medicinal. Cuando el cáñamo es utilizado como droga suele recibir el nombre de marihuana.
Es importante tener en cuenta que el cáñamo no contiene más de un 5% de THC, e incluso dicho porcentaje puede ser mucho más bajo. El Cannabis sativa, el Canabbis ruderalis y el Cannabis indica presentan diferentes componentes químicos.
Aún cuando la utilización del cáñamo por sus propiedades psicoactivas es controvertido, a la planta se la suele valorar por sus múltiples usos. La fibra de cáñamo, conocida como estopa, se destaca por su resistencia. Las semillas de cáñamo, por su parte, cuentan con un elevado índice de proteínas y ácidos grasos esenciales. En cuanto al cáñamo como biocombustible, genera poca polución, resultando un combustible ecológico.
Como se menciona en el párrafo anterior, la semillas de cáñamo destacan por sus compuestos, que resultan muy beneficiosos para nuestro organismo y nos aportan la energía que necesitamos para llevar una vida activa. En comparación con otras plantas, sus proteínas son muy fáciles de digerir y la proporción de aceites esenciales que contiene es digna de ser admirada.
En pocas palabras, incluir en nuestra dieta las semillas de cáñamo puede servir para reforzar el sistema inmunitario y aportarnos una gran vitalidad. Es importante señalar que no existe una sola variedad de semillas de cáñamo, y por eso al mencionar este concepto también deben incluirse las que se utilizan para los cultivos de cannabis; precisamente, el consumo de esta última planta afecta nuestro estado de ánimo a causa de la acción de los ácidos grasos esenciales.
El aceite de cáñamo tiene numerosas propiedades beneficiosas para el ser humano, algunas de las cuales son las siguientes:
* es una fuente de Omega 3 muy importante, y supera en los resultados al aceite de pescado, entre otras alternativas. Es sabido que el Omega 3 tiene excelentes propiedades para tratar la depresión y el estrés, dado que reactiva el sistema nervioso de forma considerable;
* su proporción de ácidos grasos poliinsaturados promueve el correcto funcionamiento de los sistemas nervioso y cardiovascular;
* reduce el riesgo de ataques cardiovasculares y enfermedades del corazón gracias a las mejoras en la coagulación y la regulación del colesterol que ofrece;
* los enfermos de fibromialgia y artritis reumatoide pueden encontrar varios beneficios en el consumo de aceite de cáñamo, como ser una marcada reducción en la sensibilidad al dolor, así como la cura de inflamaciones y la lucha contra diversos síntomas;
* dado que no contar con los niveles normales de ácidos grasos esenciales puede dar lugar a la aparición de osteoporosis grave (ya que los huesos absorben más calcio del que deberían), la inclusión de aceite de cáñamo en nuestra dieta es más que adecuada para la salud de los huesos;
* durante la aplicación de quimioterapia, muchos pacientes toman aceite de cáñamo para reducir las náuseas y los dolores típicos de los tratamientos contra el cáncer.
