Célula es una palabra procedente del latín cellŭla que posee tres grandes usos. Por un lado, refiere al constituyente primordial de los seres vivos, el cual tiene la capacidad de reproducirse de manera independiente y está compuesto principalmente por un citoplasma y un núcleo que se encuentran protegidos por una membrana.
El citoplasma se caracteriza porque se encuentra entre las otras dos partes mencionadas (el núcleo y la membrana), estando formado por los organelos u orgánulos celulares (mitocondrias, cloroplastos, ribosomas y lisosomas, entre otros). Cabe destacar que cuenta con tres funciones fundamentales: una estructural (no sólo le da forma a la célula sino que también resulta clave en sus movimientos); una nutritiva (cuenta con sustancias que luego se transforman en energía) y una de almacenamiento (guarda sustancias de reserva).
Núcleo y membrana de la célula
Otro componente de la célula es el núcleo. Este determina que haya dos tipos claramente delimitados de células. Así, por un lado, están las células eucariotas o eucariontes, que son las que tienen un núcleo verdadero y separado del citoplasma; y por otro lado están las células procariotas o procariontes, en las que los distintos elementos del núcleo no sólo no están definidos, sino que además se presentan mezclados con el citoplasma.
Y finalmente, como hemos mencionado anteriormente, está la membrana celular que se caracteriza por ser semipermeable, dinámica y con capacidad para modificarse. Asimismo, hay que subrayar el hecho de que está formada por dos sustancias de tipo orgánico. como son los lípidos y las proteínas.
Entre las funciones más relevantes que tiene este tercer componente se encuentran el aislar y proteger a la célula de lo que es el exterior; el regular el paso de sustancias nutrientes a la célula y la salida de desechos; y finalmente, en relación con el anterior fin, el permitir o denegar el paso de sustancias.
Cabe destacar que además existen otros orgánulos en las células eucariotas, como el retículo endoplásmico, el aparato de Golgi y el centrosoma.
Características principales
Las células de los organismos vivos suelen tener dimensiones microscópicas. De acuerdo a la cantidad de células que posean, los seres vivos pueden ser clasificados como unicelulares (tienen sólo una célula, como sucede con los protozoos) u organismos multicelulares o pluricelulares (cuenta con muchas células, como los seres humanos, que tenemos cientos de billones formando los tejidos y los órganos).
En 1839, Matthias Jakob Schleiden y Theodor Schwann propusieron la teoría celular, que señala que todos los organismos están formados por células y que éstas derivan de otros precedentes. De esta manera, las funciones vitales emanan de la interacción entra las células, que incluso transmiten la información genética de generación en generación.
Puede diferenciarse, asimismo, entre dos grandes tipos de células, como ya indicamos: las procariotas (que no tienen un núcleo celular diferenciado, sino que su ADN se encuentra disperso en el citoplasma) y las eucariotas (presentan la información genética en un núcleo celular).
Existen, además, otras clasificaciones posibles. Puede diferenciarse entre una célula animal, una célula vegetal o una célula bacteriana, por ejemplo.
Un célula madre, en tanto, es aquella de la cual pueden nacer otras células que tienen funciones especializadas, como las células somáticas y las células germinales. Si nos centramos en la cantidad de cromosomas, se puede distinguir entre las células haploides y las células diploides.
Respecto a su ubicación en el cuerpo, puede mencionarse a las células óseas, las células musculares, las células adiposas, las células pancreáticas, las células hepáticas, las células del estómago y las células de la piel, entre muchas otras.
El ciclo de las células
El ciclo celular es la serie de pasos que permiten que una célula crezca y luego se divida. Es importante indicar que la célula puede adoptar un estado de no división o un estado de división.
Al estado de no división también se lo conoce como interfase. En él se produce la síntesis del ARN (ácido ribonucleico) y de las proteínas; si la finalidad de la célula es proseguir con la división celular, en esta instancia inicia la duplicación de su ADN (ácido desoxirribonucleico).
El estado de división o fase M, por su parte, implica la división de célula por mitosis. En el caso de la producción de gametos, tiene lugar la meiosis de células diploides (que registran dos divisiones consecutivas para producir cuatro células haploides).
El término como conjunto de individuos o cavidad pequeña
Por otra parte, una célula es un conjunto de individuos que funciona con independencia dentro de una organización, ya sea de carácter político, terrorista, religioso o de otro tipo. Por citar un ejemplo que permita apreciar este significado: «Los responsables del atentado fueron tres hombres pertenecientes a una célula de Al Qaeda que opera en Europa».
Por último, la noción de célula también permite hacer mención a una celda o cavidad de proporciones pequeñas (como lo es, por mencionar un caso concreto, la célula de un monasterio).