Cisgénero es el individuo cuyo género es coincidente con el sexo biológico que se le asignó al nacer. Esta definición es la que reconoce como válida la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA), ya que estamos ante un término que no forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE), pero que se usa en el habla cotidiana con mucha frecuencia.
Género y sexo biológico
El género y el sexo biológico son conceptos diferentes: el primero es una construcción sociocultural que trasciende la biología, mientras que el sexo está asociado a los órganos genitales. Es importante distinguirlos para respetar las necesidades, las sensaciones y los sentimientos de todos los seres humanos, ya que la relación de cada uno con éstos no es la misma.
Cuando los órganos sexuales coinciden con el género autopercibido, la persona es cisgénero. Si, en cambio, hay una contradicción entre el género y el sexo biológico, se trata de una persona transgénero, independientemente de eventuales cirugías o tratamientos para la reasimilación del sexo. En el caso de que el sujeto transgénero se opere y/o lleve a cabo un tratamiento hormonal para adquirir la apariencia del sexo opuesto, se convierte en un individuo transexual.
Un hombre cisgénero, en definitiva, se identifica con su genitalidad masculina, así como una mujer cisgénero hace lo propio con su genitalidad femenina. Es importante destacar que esto no tiene que ver con la atracción sexual: alguien cisgénero puede ser heterosexual u homosexual.
Descubrir la propia identidad de género no es fácil, aunque en cada persona se da en un momento diferente de su vida, con un grado de claridad particular. Hay niños pequeños que saben con certeza no ser cisgénero, así como personas que recién lo entienden cuando se están acercando a la ancianidad. Las imposiciones de la sociedad nos nublan la visión, nos enmarcan con fuerza en un molde que generalmente adoptamos desde la infancia sin saber por qué, pero con los años algunos entendemos que no nos pertenece.
Cisheteronormatividad
Se conoce como cisheteronormatividad al conjunto de ideas que se asimilan a lo cisgénero y heterosexual, las cuales suelen ser aceptadas socialmente y se imponen sobre los criterios de quienes no integran este colectivo. La sociedad donde predominan las ideas de los hombres cisgénero y heterosexuales suele ser mencionada como cisheteropatriarcado.
Este concepto tiene un alcance tan grande y unas consecuencias tan terribles que no basta definirlo con oraciones teóricas. No se trata de una simple ideología, de una manera de ver la vida, sino de una suerte de gobierno despótico cuya puesta en práctica es percibida con normalidad por la mayoría de las personas, arruinando la vida de quienes no se ajustan a sus estrechas medidas, conduciéndolas a la represión, al autodesprecio y, en muchos casos, al suicidio.
Pero su amplitud es tal que abarca situaciones con todos los matices de claridad: desde ataques verbales o físicos hasta condiciones laborales que se estructuran en detrimento de las personas que no son hombres cisgénero heterosexuales. Las ideas que promueve la cisheteronormatividad no son inofensivas en ninguna de sus fases, pero pueden llegar a ser extremadamente peligrosas cuando se implantan en gran parte de la sociedad: una persona transgénero vive inmersa en un mundo que no la acepta, que la odia y la persigue.
Claro que el odio, a diferencia del amor, es retorcido y absurdamente complejo: no siempre viene del «bando opuesto», sino que muchas veces nuestros peores enemigos son como nosotros, pero tienen miedo a admitirlo. Hay muchos casos lamentables de machismo por parte de las mujeres, de transfobia por parte de las personas transgénero. Esto vuelve la lucha especialmente difícil, porque nunca podemos estar seguros del origen de los ataques.