Se denomina codicología a la disciplina científica dedicada al análisis de los códices. Para comprender qué es la codicología, por lo tanto, primero hay que centrarse en los códices.
Códice
Un códice es un libro manuscrito que fue creado antes del desarrollo de la imprenta. El término proviene del vocablo latino codex.
Estudio del códice
Retomando la idea de codicología, este campo de estudio examina las obras manuscritas en pergaminos, papiros y otros soportes materiales. La codicología se orienta al estudio del objeto físico.
Es importante tener en cuenta que los manuscritos se plasman a través de un elemento sustentante (el soporte material donde se desarrolla la escritura) y de un elemento sustentando (el instrumento que permite fijar la escritura). La codicología observa ambas dimensiones para producir sus conocimientos.
No es raro encontrar el concepto de arqueología del libro como sinónimo de codicología. Dado que la arqueología es la ciencia encargada de estudiar los monumentos, los objetos antiguos y las artes para entender los cambios sociales enfocándose sobre todo en los restos materiales, es fácil entender que se la relacione con esta disciplina centrada en el aspecto físico de los códices.
Objetivos
Los expertos en estas cuestiones, conocidos como codicologistas, investigan las técnicas empleadas para confeccionar y encuadernar los libros. La codicología también presta atención a los diferentes materiales que se utilizan en el proceso de producción.
Al inspeccionar un códice, muchas veces se puede determinar su origen. La codicología, en este marco, puede ser útil para la reunificación de las partes de una obra que, por algún motivo, estuvieron separadas durante muchos años.
Los especialistas en codicología además suelen rastrear la historia de los manuscritos para saber cómo llegaron a su ubicación actual. De igual forma, contribuyen a conocer la historia de catálogos, colecciones y bibliotecas.
Lo que hace la codicología, en definitiva, es contribuir a comprender cómo se registraba y se transmitía el saber en la antigüedad. Sus aportes son útiles en múltiples ámbitos.
El contexto del códice
Más allá de los materiales y las técnicas de elaboración de los manuscritos, que pueden ubicarlos en una región y una época determinadas, la codicología también se ocupa a menudo de estudiar los edificios específicos en los que fueron creados, agrupados, catalogados y consultados. Esto puede incluir las antiguas bibliotecas, las cortes, las escuelas, los monasterios y las universidades.
De esta manera, la historia de cada códice adquiere una profundidad mucho mayor, sumando a la riqueza de su camino individual el de los espacios geográficos y entornos culturales que lo vieron nacer y evolucionar. Esto nos recuerda que no podemos aislar una obra como si se tratara de un objeto ajeno a su contexto histórico y social, ni para estudiarlo ni para juzgarlo. Todos están inevitablemente ligados a su época y a su espacio geográfico, dos elementos sin los cuales no podemos comprenderlos en su totalidad.
Como parte del extenso trabajo de la codicología, se examinan por lo tanto los materiales, la confección, el texto y las imágenes de los códices, intentando descifrar cuestiones que no sean tan evidentes sino que se escondan en las relaciones que se dan entre éstos elementos. Por ejemplo, si sabemos que un determinado ornamento elaborado en un cierto material era común en una época dada, probablemente podamos estimar la fecha de creación del códice.
Nótese que esta disciplina no tiene límites perfectamente definidos, sino que continúa desarrollándose día a día. Hay quienes afirman que la paleografía (que se dedica a estudiar los manuscritos antiguos) forma parte de la codicología, mientras que otros sostienen justo lo contrario, que esta última entra en el marco de la primera.