Colorante es una noción que puede emplearse como adjetivo o como sustantivo. La palabra se forma con el verbo colorar (aportar color) y con la terminación -nte (que permite el desarrollo de adjetivos deverbales, aludiendo a la ejecución de la acción que expresa la base).
Un colorante, por lo tanto, es una sustancia que sirve para dar color a algo. De este modo lo que hace el colorante es teñir o pintar.
Historia de los colorantes
El ser humano ha recurrido a colorantes desde la prehistoria. En un primer momento se utilizaron minerales y elementos de origen animal y vegetal con este fin.
Así, con cochinilla (el insecto de nombre científico Dactylopius coccus), cúrcuma (la planta denominada Curcuma longa) y otros recursos, el hombre prehistórico podía pintarse la piel, colorar su vestimenta y decorar todo tipo de objetos de uso recreativo o ritual.
Los colorantes sintéticos, en tanto, surgieron a partir de mediados del siglo XIX. El químico inglés William Henry Perkin, quien a los 18 años de edad descubrió de manera casual que la oxidación de la anilina daba lugar a un tinte, fue el pionero. Este hallazgo se produjo en 1856.
Diferenciación según el origen
Como puede advertirse al repasar la historia de los colorantes, estas sustancias pueden dividirse en dos grandes grupos de acuerdo a su origen.
Cuando los colorantes proceden de plantas, animales o minerales, se habla de colorantes naturales. Gracias al desarrollo de diversos procesos, pueden utilizarse hojas, raíces, maderas o hasta el cuerpo de insectos, por ejemplo.
Los colorantes naturales, por lo tanto, son orgánicos. Los colorantes sintéticos o artificiales, en cambio, se obtienen en laboratorios. Por lo general se producen con rapidez y a un costo reducido, con lo cual suelen ser utilizados a nivel industrial por sobre los colorantes naturales.
Los colorantes alimenticios
Otra clasificación puede realizarse según la aplicación. Los colorantes alimenticios o alimentarios, como su nombre lo indica, se usan para modificar el color de los alimentos.
Estos colorantes integran el conjunto de los aditivos: se añaden a la comida para mejorar sus cualidades o incluso para otorgarle características que no poseen. Los aditivos suelen carecer de valor nutritivo, apuntando a alterar las propiedades organolépticas o aumentar el tiempo de conservación.
Debido a que el color es una de las variables más importantes a la hora del establecimiento de las preferencias por una u otra comida, los colorantes alimenticios son muy utilizados por los productores industriales. El color influye en la percepción del sabor, con lo cual los colorantes inciden en la satisfacción del consumidor.
Es importante mencionar que los colorantes alimentarios pueden ser naturales o sintéticos. Respecto a los colorantes sintéticos, hay estudios que advierten la posible peligrosidad de algunos de ellos para la salud, como es el caso de la eritrosina.
Las bebidas carbonatadas (conocidas como gaseosas, sodas o refrescos), las golosinas, los helados y los snacks (botanas) están entre los productos que suelen contar con colorantes. Para conocer la composición detallada de cada alimento elaborado industrialmente, es posible leer sus ingredientes en el envase.