
Con análisis de comportamiento organizacional se pueden retener talentos, mejorar la productividad y favorecer la innovación.
Comportamiento organizacional es una noción que se emplea en los ámbitos empresarial, institucional o corporativo para dar cuenta de actitudes y acciones de integrantes de una cierta organización. La idea de este concepto, según se desprende de la teoría, es poner la atención sobre el impacto o las consecuencias del accionar individual y/o grupal dentro de una estructura organizativa.
En esta área de estudio hay múltiples variables a considerar, ya que cada entidad tiene disposiciones, procesos, filosofías, un capital humano y operaciones particulares, por eso todas son diferentes. Los seres humanos que intervienen en una compañía o asociación son claves para el desempeño organizacional, razón por la cual es indispensable hacer foco tanto en sus conductas como en la cultura organizacional, el funcionamiento y la dinámica de las entidades.
En el comportamiento organizacional se conjugan distintas disciplinas orientadas al estudio del comportamiento humano dentro de una organización. En este campo de trabajo se intenta comprender, explicar, pronosticar, administrar y modificar el proceder de la gente en el plano empresarial. Para ello se valoran las acciones observables así como habilidades vinculadas a la toma de decisiones y a la resolución de problemas.


Fundamentos y bases del comportamiento organizacional
El comportamiento organizacional tiene un vínculo estrecho con el trabajo propio del sector de recursos humanos, el desarrollo organizacional y la teoría de organizaciones. Pero, a diferencia de esas especialidades, el comportamiento organizacional pone el énfasis en cómo se comportan sujetos y grupos nucleados en una corporación u organismo. También conocer sobre antropología, psicología, ciencias de la comunicación y sociología es útil para un buen y profundo análisis de comportamiento organizacional.
Se busca, a partir de esta disciplina, instituir un método de carácter transdisciplinario que explore valores, acciones, creencias, pensamientos y reacciones que influyen en las conductas del ser humano.
Es ventajoso este recurso especialmente dentro del universo empresarial, pero también en el plano de la política puede sacarse provecho de él. Los informes de comportamiento organizacional son necesarios, por ejemplo, para mejorar y evolucionar en materia de productividad, eficiencia, eficacia y calidad.
Son aliados, incluso, de las transformaciones que van buscando la innovación o acompañando y adaptando organizaciones a realidades contemporáneas.

El comportamiento organizacional explora conductas y acciones de integrantes de una compañía o agrupación prestando atención a las consecuencias que tienen esos actos para la organización o empresa.
Enfoques
El comportamiento organizacional se aborda desde distintos enfoques o niveles. Las personas dentro de una organización se analizan desde una microperspectiva, mientras que una mirada intermedia se centra en los grupos o equipos de trabajo. Hay un abordaje más amplio, una macroperspectiva, que se posa en la dinámica organizacional.
Se reconoce, en concreto, un enfoque que se centraliza en dinámicas y estructuras propias de la organización a fin de establecer cómo puede, en pos de la optimización y la temprana resolución de dificultades, ser aplicada la teoría general de sistemas.
Cuando se privilegian, sobre los recursos invertidos, los resultados y los proyectos con la idea de concretar objetivos o metas, se trabaja con un comportamiento organizacional orientado a resultados, mientras que la perspectiva que estudia las contingencias o condiciones que van apareciendo en una organización lleva a adoptar las medidas administrativas más convenientes para cada caso.
De igual manera, se hace imprescindible dirigir los esfuerzos y las tácticas a los recursos humanos para definir estrategias adecuadas y efectivas para el reclutamiento, la selección de personal, la motivación, las estrategias de comunicación interna, la rotación laboral y hasta para la desvinculación de empleados.

Para que un grupo de trabajo resulte exitoso y productivo es clave, por ejemplo, la cohesión grupal.
Cuestiones abordadas por el comportamiento organizacional
Según indican aquellos que se dedican a estudiar el comportamiento organizacional, al analizar la estructura y la dinámica de una agrupación hay una amplia variedad de cuestiones que se examinan.
El trabajo en equipo, el liderazgo, el poder, el compromiso organizacional son algunos de los aspectos que se tienen en cuenta. También se suele poner la lupa en el clima organizacional, en el bienestar laboral y en los procesos de cambio.
La idea es tener un panorama lo más completo posible de la situación real de una organización (empresa, asociación, grupo, etc) y motorizar una gestión del cambio organizacional para mejorar procesos y favorecer la convivencia armónica y productiva entre el personal y los directivos.
Es oportuno señalar que hay variables tanto dependientes como independientes que afectan e influyen en el comportamiento organizacional, por eso es imprescindible conocerlas y evaluarlas. En este marco adquieren notoriedad ítems como el ausentismo, la satisfacción en el entorno laboral, la productividad, los costes y el nivel de rotación, ya que si hay voluntad de crecimiento siempre es posible trazar y adoptar estrategias que favorezcan tanto al capital humano como a los intereses y propósitos de la empresa o agrupación. La personalidad de cada empleado/a, sus actitudes y destrezas, así como la formación de cada uno y sus fortalezas (en relación a las habilidades físicas e intelectuales) son otros aspectos determinantes al diseñar una radiografía actualizada y lo más precisa posible de la estructura y la dinámica de una organización.