La cultura zapoteca ha sido una influyente civilización precolombina que se afincó en terrenos elevados de la zona sur de Mesoamérica. Los herederos de ese antiguo pueblo que tanto legado cultural dejó habitan mayormente el estado mexicano de Oaxaca, aunque también hay rastros de ellos en Veracruz, Puebla y Guerrero.
Esta comunidad tuvo un espejo inspirador en la cultura olmeca, sobre todo en materia de creencias, arquitectura y arte.
Características de la cultura zapoteca
Instruirse sobre las características de la cultura zapoteca ofrece datos enriquecedores sobre costumbres de antaño, religión, estilo de vida, historia, astrología, construcción, idioma y geografía, por ejemplo.
Investigaciones centradas en cómo vivían y subsistían los zapotecas permitieron determinar que esta población, al menos en sus inicios, se instalaba en lugares agrícolas, llegando a desarrollar sólidos asentamientos segmentados en el sur, la sierra y el valle. Sus integrantes, sedentarios, evidenciaban habilidad para cosechar y solían adorar, entre otros dioses, a Pitao Cocijo, divinidad asociada a la lluvia. Sus cultivos abarcaron especies diversas de maíz, calabaza, frijol y chile.
Socialmente, se organizaron respetando jerarquías, ocupando los gobernantes (sacerdotes a quienes se les reconocían poderes de carácter divino) el escalón más alto y poderoso. Hubo allí guerreros fuertes y bien preparados. Al respecto, se cuenta que los esclavos, los artesanos y los comerciantes, en caso de desatarse un conflicto bélico, estaban obligados a sumarse al combate.
La cultura zapoteca, que tuvo al Monte Albán como capital y escenario destacado (aunque también la ciudad de Mitla gozó de una gran notoriedad hacia el año 900 d. C.), le dio una relevancia suprema a los antepasados, por eso se le dio mucha importancia al culto hacia los muertos.
Diversidad lingüística, escritura y numeración zapoteca
La diversidad lingüística y el sistema tanto de escritura como de numeración del pueblo zapoteca han sido muy particulares. Posar la mirada sobre estas cuestiones deja al descubierto cómo se vinculaban social y comercialmente, y de qué formas se comunicaban y realizaban cálculos.
En sí, la lengua zapoteca está considerada como una macrolengua dentro de la cual se despliegan múltiples variedades lingüísticas o dialectos. La variante conocida como Diidxazá, zapoteco del itsmo, ha alcanzado una visibilidad considerable en el estado mexicano de Oaxaca. Para esta comunidad, esta lengua procede de las nubes.
A la hora de escribir, estos pobladores apelaron a símbolos y a jeroglíficos que fueron grabando sobre edificaciones, tumbas y piedras aunque todavía no se ha conseguido descifrarla por completo.
Con barras y puntos, en tanto, armaron un sistema propio de numeración y diseñaron así dos tipos de calendario: uno solar (que se consultaba para siembras y cosechas) y otro ritual (esencial a la hora de ajustarse a tiempos sagrados). Esto, de acuerdo a los expertos que estudiaron el tema, habría servido como modelo para el desarrollo de los calendarios azteca y maya.
Creencias y ceremonias enmarcadas en la cultura zapoteca
Las creencias y ceremonias enmarcadas en la cultura zapoteca engloban a un amplio número de cuestiones conectadas con sus pensamientos y la cosmovisión zapoteca.
Este pueblo era politeísta, es decir, veneraba a muchas divinidades, a las cuales se les atribuía la responsabilidad de todo lo que iba aconteciendo. Quienes adoptaron la religión zapoteca tuvieron como punto ceremonial a la zona de Mitla.
Dentro del panteón zapoteca se les dio espacio, entre otros, a los siguientes dioses zapotecas: Pitao Cozobi (deidad enlazada al maíz, capaz de influir sobre las cosechas a favor de la alimentación de la gente), Cocijo (dios de la lluvia) y Pitao Pezelao (o Pezeelao, asociado al inframundo, un ser superior que podía colaborar en sortear con éxito guerras, epidemias y enfermedades).
Y si de seres supremos se trata, no puede pasarse por alto la trascendencia que ha tenido Xipe Totec en la cultura zapoteca.
Tampoco se puede dejar de señalar que en cada aldea y ciudad había disponibilidad de residencias para sacerdotes y templos. Cada localidad poseía una deidad-patrón, a quien se veneraba especialmente con ceremonias y rituales zapotecos a fin de pedirles distintas clases de favores y rendirles tributo.
Cuando se erigían sitios sagrados solían darse a modo de ofrenda urnas funerarias (en cuyo interior podía llegar a haber huesos procedentes del sacrificio de aves, piedritas o figuras). Si estaban vacías, las vasijas funerarias se destinaban a entierros.
Pasatiempos, arte y costumbres zapotecas
Hay gran material (rastros en restos arqueológicos y ruinas, por ejemplo) que resulta útil y apropiado para asegurar que hubo pasatiempos, manifestaciones artísticas y costumbres zapotecas con mucho simbolismo.
Deportivamente hablando, las comunidades precolombinas tuvieron como actividad principal al juego de pelota mesoamericano, el cual tuvo connotaciones tanto bélicas como de ritual. Esta actividad, según se cree, comenzó a expandirse a partir de vínculos o intercambios comerciales entre pueblos. En ese contexto, tuvo un peso significativo la cultura olmeca. En la versión zapoteca, la competencia requirió el uso de elementos protectores (como cascos, rodilleras y una suerte de careta o máscara para resguardar el rostro).
Al hacer foco en las celebraciones zapotecas, vale la pena descubrir las particularidades de Guelaguetza, un acontecimiento desplegado concretamente en el estado de Oaxaca en honor a la Virgen del Carmen. Entre las acciones que se llevan a cabo en esa festividad aparece la llamada Danza de la Pluma.
¿Cómo vestían los hombres y las mujeres de la cultura zapoteca? Ellas, tradicionalmente, llevaban huipil (prenda que ha lucido, por ejemplo, Frida Kahlo). Los nobles, por su parte, se cubrían con colorida ropa de algodón adornada con piedras preciosas, piezas de oro y plumas, mientras que la plebe tenía indumentaria de tonos cromáticos naturales confeccionada con fibras de agave.
De profundizar en las artesanías zapotecas, por proponer otro aspecto cultural que identifica a esta cultura, salen a la luz admirables obras a base de barro negro. Con maderas, alambres, papeles y/o cartones, en cambio, estos creativos originaron pintorescos alebrijes (figuras inspiradas en criaturas imaginarias).
A este pueblo que tanto legado ha dejado puede conocérselo incluso por su gastronomía típica, las leyendas zapotecas, su arquitectura y la música zapoteca, por indicar otras fuentes de conocimiento desde señas de identidad que invitan a saber más sobre México y su historia.