El verbo deber procede del vocablo latino debēre. El concepto alude a tener una determinada obligación. Por ejemplo: “Ante una emergencia el deber de un médico es salvar la vida, sin importar quién es la persona herida”, “El policía no cumplió con su deber ya que observó cómo le robaban a una mujer y no intervino”, “Cuidar a sus hijos es un deber de todo padre”.
Un deber puede surgir por la imposición de una ley o de algún tipo de normativa. Quienes conducen un automóvil, por citar un caso, deben utilizar cinturón de seguridad, así como los conductores de motocicletas deben usar casco. Quienes no cumplen con este deber, cometen una falta.
El deber también puede surgir por un mandato moral vinculado a la gratitud o al respeto. Supongamos que un hombre se entera de que una persona que lo ayudó en su infancia tiene graves problemas económicos. El sujeto siente que tiene el deber de colaborar con aquel que le dio una mano en el pasado: por eso le ofrece un empleo bien remunerado en su empresa.
El deber como lo esperable y como deuda
También se habla de deber para hacer referencia a algo que se espera de una persona, generalmente por los principios establecidos por la sociedad y el contexto histórico en el que se encuentra sumergido. En el primer párrafo se habla del deber que los padres tienen de cuidar a sus hijos; cuesta imaginar que alguien se oponga a esta afirmación, ya que las personas somos indefensas durante nuestros primeros años de vida.
En este contexto, podemos decir que los deberes de una persona no siempre se desprenden de las expectativas de la sociedad en general sino también de las que tiene su entorno. Por ejemplo, si un hombre le cuenta a una amiga que van a despedir a un compañero suyo a causa de un error que él mismo ha cometido y ésta le responde «es tu deber hablar con tus superiores para aclarar la situación e impedir esta injusticia», el término deber en este caso simboliza lo que su amiga espera de él, con lo cual es una opinión que se eleva a la categoría de mandato moral.
La noción, por otra parte, puede aludir a una deuda. Si un joven solicita un préstamo de 5000 pesos a una institución bancaria, que se lo concede con un interés del 10%, el muchacho le va a deber 5500 pesos al banco.
Tarea para el hogar
Se llama deber a la tarea que los alumnos deben realizar en sus hogares por encargo de los maestros con el objetivo de completar el aprendizaje en clase: “La maestra nos dio muchos deberes para el fin de semana”, “No entiendo cómo hacer el deber de Lengua”.
Los deberes que envían los maestros a los estudiantes pueden ser muy variados, y de hecho esta obligación existe tanto en la escuela primaria como en la secundaria. En los grados más altos de educación, que pueden incluir los últimos años obligatorios y todo el período de formación universitaria, no es común que los profesores exijan la realización de tareas específicas de una lección a la siguiente, aunque sí suelen encargar trabajos prácticos que luego deben ser presentados y defendidos frente a toda la clase.
Si bien los deberes comienzan como una obligación que los estudiantes más pequeños reciben en sus primeros años de escuela, con el tiempo muchos de ellos aprecian los beneficios que esta práctica en casa les pueden ofrecer para fijar los conocimientos y enfrentarse a ciertos desafíos que no son comunes en el aula. Por esta razón, las personas que se toman en serio su educación buscan formas de enriquecerse todo el tiempo, tanto dentro como fuera del colegio.