Definición de

Derecho de sociedades

Firmando un documento

La firma de la escritura de constitución marca el inicio formal de una sociedad.

El derecho de sociedades es una rama del derecho mercantil que regula la constitución, organización, funcionamiento, disolución y liquidación de las sociedades mercantiles. Este campo jurídico establece las normas que rigen las relaciones entre socios, la responsabilidad de la empresa frente a terceros y los mecanismos para la toma de decisiones dentro de la sociedad.

Historia del derecho de sociedades

El derecho de sociedades tiene sus raíces en la evolución del comercio y los contratos mercantiles a lo largo de la historia. Desde las civilizaciones antiguas, las personas han buscado formas de asociarse para llevar a cabo actividades económicas que resultaban difíciles de emprender de manera individual. Esta necesidad de colaboración fue el germen de las primeras formas de asociación mercantil.

Orígenes en la antigüedad

Las primeras manifestaciones de asociaciones comerciales datan de la antigua Mesopotamia y el Imperio Romano. En Roma, surgieron las societates, figuras jurídicas rudimentarias que permitían a dos o más personas colaborar en actividades comerciales. Estas formas asociativas carecían de personalidad jurídica independiente, pero sentaron las bases para futuras estructuras empresariales.

La Edad Media y el surgimiento de las guildas

Con el auge del comercio en la Edad Media, las guildas o gremios surgieron como asociaciones de comerciantes y artesanos que regulaban las actividades económicas y protegían los intereses de sus miembros. Aunque no se consideraban sociedades en el sentido moderno, las guildas fomentaron la cooperación empresarial y el control sobre las actividades comerciales.

Durante este periodo, el derecho mercantil comenzó a desarrollarse como una disciplina independiente del derecho común, dando lugar a las primeras normas sobre sociedades.

Renacimiento y sociedades por acciones

El Renacimiento trajo consigo una explosión de comercio internacional, lo que generó la necesidad de nuevas formas de organización empresarial. Surgieron las primeras sociedades por acciones, como la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (1602), considerada una de las primeras sociedades anónimas modernas. Esta figura permitía a los inversores aportar capital a cambio de acciones, diversificando el riesgo y facilitando la expansión de grandes empresas comerciales.

Revolución Industrial y consolidación del derecho societario

La Revolución Industrial (siglos XVIII y XIX) marcó un punto de inflexión en la historia del derecho de sociedades. La creciente complejidad de las actividades empresariales hizo necesaria la regulación formal de las sociedades, lo que llevó a la aparición de códigos mercantiles en países como Francia (Código de Comercio de 1807) y Alemania. Se consolidaron figuras como la sociedad anónima (S.A.) y la sociedad de responsabilidad limitada (S.R.L.), pilares fundamentales del derecho societario actual.

Empleados ejecutivos reunidos. Sentados alrededor de una mesa con ordenadores, teléfonoes, tabletas y docuemntos

La junta general de accionistas es el órgano de decisión más importante en una sociedad.

Evolución desde el siglo XX

Globalización y nuevas formas societarias

El siglo XX estuvo marcado por la expansión de las empresas multinacionales y el desarrollo de nuevas figuras societarias para adaptarse a los cambios económicos. Las fusiones y adquisiciones (M&A), así como las joint ventures, se volvieron comunes, mientras los gobiernos fortalecieron las normativas internacionales sobre responsabilidad de los administradores y protección de los accionistas minoritarios.

Siglo XXI: digitalización, sostenibilidad y medio ambiente

En la actualidad, el derecho de sociedades enfrenta desafíos derivados de la globalización, la digitalización y la creciente demanda de responsabilidad social empresarial y sostenibilidad. Temas como las startups y emprendimiento, blockchain y criptomonedas en el ámbito societario, y las sociedades orientadas a modelos de economía circular están reconfigurando el panorama jurídico. La necesidad de incorporar criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en las empresas está transformando las normas societarias.

Tipología de sociedades

El derecho de sociedades contempla diversas formas jurídicas que se ajustan a las necesidades y características de las actividades empresariales. Estas tipologías varían en cuanto a la estructura de capital, responsabilidad de los socios y su régimen de administración. A continuación, se presentan las principales figuras societarias.

Sociedad anónima (S.A.)

Es una de las formas más comunes para grandes empresas. Se caracteriza por:

  • la división del capital en acciones, que pueden ser transferibles;
  • la responsabilidad de los socios limitada al capital aportado;
  • un órgano de administración compuesto por un consejo de administración o administrador único.

Es ideal para compañías que planean obtener financiación a través de mercados de valores.

Sociedad de responsabilidad limitada (S.R.L. o S.L.)

Es una figura orientada a empresas de tamaño pequeño o mediano, con características como:

  • capital dividido en participaciones sociales, no fácilmente transferibles;
  • responsabilidad de los socios limitada al capital aportado;
  • menores requisitos formales en comparación con la sociedad anónima.

Sociedad colectiva

Es una sociedad de carácter personalista en la que:

  • los socios participan de forma activa en la gestión de la empresa;
  • la responsabilidad de los socios es ilimitada, respondiendo con su patrimonio personal en caso de deudas;
  • es poco común en la práctica empresarial moderna.

Sociedad comanditaria

En esta figura coexisten dos tipos de socios:

  • socios colectivos: con responsabilidad ilimitada y participación activa en la gestión;
  • socios comanditarios: cuya responsabilidad está limitada al capital aportado y no participan en la gestión.

Sociedad por acciones simplificada (S.A.S.)

Esta figura ha ganado popularidad por su flexibilidad y simplicidad administrativa:

  • permite constituirse con un solo accionista;
  • su estructura es más adaptable en comparación con la sociedad anónima tradicional;
  • ideal para startups y negocios en crecimiento.
Edificio moderno vidriado

El Registro Mercantil es la entidad pública donde se inscriben las sociedades y sus actos relevantes.

Constitución y estructura interna

La constitución de una sociedad mercantil y su estructura interna son pilares fundamentales para el desarrollo ordenado de las actividades empresariales. Este apartado abarca los principales aspectos jurídicos y administrativos que rigen desde la creación de una sociedad hasta la definición de sus órganos de gobierno.

Constitución de sociedades

El proceso de constitución implica una serie de pasos legales y administrativos:

  • redacción y firma de la escritura de constitución, que detalla los elementos esenciales de la sociedad;
  • inscripción en el Registro Mercantil, lo que otorga personalidad jurídica a la sociedad;
  • aprobación de los estatutos sociales, que establecen las normas internas y el funcionamiento de la empresa.

Capital social

El capital social representa los recursos iniciales aportados por los socios para la operación de la empresa. Puede consistir en dinero, bienes o derechos y se divide en:

  • acciones: en el caso de sociedades anónimas, transferibles y con derechos económicos y políticos;
  • participaciones sociales: en sociedades de responsabilidad limitada, de carácter no transferible sin autorización de los socios.

Acciones y participaciones

Las acciones y participaciones determinan el grado de participación y los derechos económicos y políticos de los socios. Entre los derechos asociados se encuentran:

  • derechos de voto en las juntas generales;
  • derecho a dividendos;
  • derecho de preferencia en aumentos de capital.

Junta general de accionistas

La junta general de accionistas es el órgano supremo de decisión de las sociedades anónimas. Sus funciones incluyen:

  • aprobación de cuentas anuales;
  • nombramiento y destitución de administradores;
  • modificación de estatutos sociales.

Consejo de administración

Es el órgano encargado de la gestión y representación de la sociedad. Sus miembros pueden ser nombrados entre los propios accionistas o externos. Sus funciones abarcan la dirección estratégica y la supervisión de la gestión operativa.

Director general

El director general (CEO) actúa como la figura ejecutiva principal de la sociedad. Su responsabilidad incluye la toma de decisiones operativas, la ejecución de alianzas estratégicas y la representación de la empresa ante terceros.

Registro mercantil

Es una institución pública donde deben inscribirse los actos jurídicos relevantes de las sociedades mercantiles, como:

  • constitución y modificaciones estructurales;
  • nombramiento de administradores;
  • cuentas anuales.

Pacto de socios

Un acuerdo extrastatutario entre los socios para regular aspectos específicos de la gestión y gobernanza de la empresa, tales como:

  • derechos de adquisición preferente;
  • reparto de dividendos;
  • cláusulas de salida.

Estatutos sociales

Constituyen el documento fundamental que establece las normas internas de la sociedad. Deben incluir:

  • denominación y domicilio social;
  • objeto social;
  • reglas para la toma de decisiones y distribución de beneficios;
  • requisitos para la modificación de los estatutos.
¿Te sirvió este artículo?

Cómo citar este artículo Tes NehuénPublicado por Tes Nehuén, el 11 de febrero de 2025. Derecho de sociedades - Qué es, historia, orígenes, surgimiento y evolución. Disponible en https://definicion.de/derecho-de-sociedades/
Buscar otra definición
x