La dialefa convierte el diptongo «ua» en dos sílabas independientes.
Se conoce como métrica al arte centrado en las características que definen la estructura de los versos. En este ámbito podemos encontrar múltiples técnicas y recursos a los cuales apelan los poetas al momento de desarrollar sus creaciones.
TemasHerramienta de modificación
La dialefa, en este marco, es una secuencia formada por dos vocales cuya pronunciación tiene lugar en sílabas diferentes. Se trata de una herramienta que introduce una modificación respecto a lo que marca la gramática.
Puede decirse que la dialefa implica separar un diptongo. De este modo, en lugar de una única sílaba, se forman dos.
Por lo general la dialefa se especifica introduciendo el signo diacrítico conocido como diéresis. Esos dos puntos se escriben sobre la vocal débil para señalar la licencia en cuestión y marcar que el diptongo se rompe, ya que las vocales que lo forman tienen que pronunciarse en dos sílabas y no en una.
La dialefa, en definitiva, deshace el diptongo y produce la generación de dos sílabas métricas. Esta particularidad supone una violación de la normativa gramatical, que se justifica en una necesidad métrica.
Ejemplos de dialefa
Tomemos el caso del término “suavidad”. Esta palabra aguda se divide en tres sílabas (sua-vi-dad), con diptongo en la primera de ellas. Apelando a la dialefa en caso de ser necesario por cuestiones de la métrica, esta separación se altera: sü-a-vi-dad. Así tiene lugar una pronunciación en cuatro sílabas.
Otro ejemplo de dialefa puede encontrarse en “ruiseñor”. La separación habitual en sílabas es rui-se-ñor pero, con dialefa, se realiza de la siguiente forma: rü-i-se-ñor.
El diptongo
Dado que la dialefa existe como herramienta para modificar el diptongo, deberíamos ver este último concepto a fondo. En pocas palabras, podemos decir que se trata de una secuencia de sonidos que se forma al articular dos vocales seguidas, con un resultado suave y particular que se distingue claramente del sonido que cada una de ellas produce por separado. A nivel fonológico, un diptongo consigue que el par de letras que lo componen se una en una única sílaba.
La suavidad que caracteriza la transición entre la primera y la segunda vocal se consigue por el movimiento de la lengua a lo largo de la emisión del sonido. Si bien usamos este concepto a diario en un sinfín de palabras, existen reglas estrictas que muchas veces complican la escritura. En primer lugar, debemos dividir las vocales en dos grupos: fuertes (a, e, o) y débiles (i, u).
Dicho esto, podemos encontrar diptongos que combinan ambos tipos de vocales, así como otros que tienen pares del mismo tipo. En los combinados podemos distinguir los decrecientes, que comienzan por una fuerte y terminan en una débil (paisaje, pausa), de los crecientes tienen el orden inverso (tierra, residuo). También existen diptongos formados por dos vocales débiles (buitre, ciudad).
El diptongo «ui» se deshace mediante la dialefa.
El hiato
Podríamos decir que el hiato representa el concepto contrario al diptongo, ya que se trata de una cadena de dos vocales que no pertenecen a la misma sílaba. Su transición no es suave al pronunciarlas, aunque se escriban juntas. Los pares de vocales fuerte forman el hiato simple (zoológico, caes). Quizás más importante en el contexto de la dialefa es el acentual, que rompe el diptongo con una tilde en la vocal débil (pedía, púa).
Necesidad y percepción
Si bien podría bastar con conocer las reglas del diptongo y del hiato para crear dialefas en nuestras obras literarias, es importante entender que no se trata de una decisión arbitraria sino de una necesidad que debemos notar en nuestras creaciones, de manera genuina. Cuando ésta u otra figura literaria se usan por verdadera necesidad, su percepción se da espontáneamente por parte de los lectores, incluso de aquellos que no conozcan el trasfondo gramatical u ortográfico.
