El verbo discurrir, que tiene su origen etimológico en el vocablo latino discurrĕre, tiene varias acepciones. El concepto puede aludir a la acción de crear, imaginar o trazar algo.
Por ejemplo: “No te preocupes, voy a discurrir algún método para que no perdamos tiempo”, “El gerente comercial se comprometió a discurrir un procedimiento que permita llegar más rápido a los puntos de venta”, “Tenemos que discurrir un plan para salir de esta situación”.
Discurrir también puede referirse a reflexionar o pensar sobre un asunto. Al realizar esta acción, detenemos inevitablemente el desarrollo de otra, ya sea que haya comenzado antes o que esté por comenzar: “El joven actuó sin discurrir que su decisión iba a generar un riesgo para sus compañeros”, “Dediqué varias horas a discurrir sobre la problemática y sinceramente no encuentro ninguna solución”, “¿Puedes callarte un segundo y discurrir sobre lo que acabas de proponer? Es una locura”.
Otro significado del término se vincula al avance de algo en su desarrollo o en el tiempo: “Los simpatizantes locales se propusieron interrumpir el discurrir del encuentro, descontentos con los fallos del árbitro”, “El encuentro literario va a discurrir en el centro cultural municipal durante toda la tarde”, “La conferencia discurría con normalidad hasta que se cortó la luz”.
La acción de discurrir, por último, puede hacer mención a un desplazamiento físico: “Las autoridades policiales explicaron que el discurrir de la manifestación se realizará por la Avenida Central hasta la Plaza de Armas”, “El discurrir del río fue modificado en las primeras décadas del siglo XX con la construcción de un dique”, “Amontonados frente a la puerta, decenas de curiosos observaron el discurrir de los equipos que ya arribaron al hotel”.
Al observar los sinónimos de un término podemos entender con mayor facilidad los diferentes matices que puede representar, ya que muchas veces no basta con conocer sus acepciones, sino que hace falta verlo en contexto, en tantas oraciones como sea posible, para que despliegue todos sus vértices. En este caso, además de los sinónimos que se han expuesto en los párrafos anteriores, podemos agregar los siguientes: calcular, razonar, cavilar, deducir, conjeturar, inferir, suponer y meditar.
Estas palabras podemos utilizarlas para ahondar más en los ejemplos ya planteados, con la única excepción de las oraciones en las que discurrir actúa como sinónimo de idear o crear. Sin embargo, para llevar a cabo estas acciones es necesario razonar, calcular, conjeturar, cavilar, meditar y, por qué no, suponer, ya que uno se apoya en ciertas suposiciones e hipótesis a lo largo de los procesos creativos.
Cuando una persona se dispone a discurrir acerca de un tema o un problema, adopta una posición abierta, flexible, que da lugar a imprevistos y a las opiniones de los demás. Esta palabra no suele tener antónimos directos, pero un truco para hallar las construcciones de significado opuesto es buscar los antónimos de algún término relacionado, como ser el adjetivo reflexivo, de la familia del verbo reflexionar, antes citado como una de las acepciones de discurrir: alguien «no reflexivo» puede ser calificado de alocado, insensato, impulsivo o irreflexivo.
De esta manera, tenemos una herramienta para expresar el significado opuesto al del verbo discurrir. Si tomamos la oración «La joven decidió discurrir acerca de su propuesta antes de seguir adelante» y deseamos invertir la decisión del sujeto, podemos optar por «La joven siguió adelante de manera irreflexiva«; la fuerza de esta construcción es mucho mayor que «decidió no discurrir».
Con respecto a las acepciones que hablan de un desplazamiento físico, algunos de los sinónimos de discurrir son: transcurrir, fluir, marchar, deslizarse, caminar, ir, correr y andar; dos antónimos posibles en este caso son detenerse y pararse.
