Educación continua es un proceso de formación que se extiende de modo indefinido y se orienta, en concreto, a una capacitación profesional incesante. Su objetivo es proporcionar nuevos saberes de manera dinámica e ilimitada a individuos que ya completaron la instrucción curricular y apuestan por actualizar sus conocimientos, especializarse en alguna disciplina, potenciar habilidades y complementar su desarrollo personal.
Los talleres y los cursos, así como los diplomados, son parte de este sistema concebido para extender el aprendizaje una vez que culmina la educación formal o escolar.
Para acompañar los desafíos y las nuevas realidades que se plantean a partir de los avances tecnológicos y la evolución científica es sumamente interesante y necesario asesorarse acerca de qué tipos y formatos de educación continua existen a fin de aprovechar al máximo sus bondades.
Tipos de educación continua
La educación continua, que se caracteriza por su flexibilidad y poder de adaptación respecto a necesidades, intereses y posibilidades de aquellos que desean acceder a ella, engloba a múltiples tipos de capacitación.
Abundan los programas académicos que se transmiten mediante conferencias, cursos, charlas, talleres o seminarios, por indicar las modalidades más comunes. Suelen estar enfocados a la formación profesional o complementar la educación para adultos.
Los webinars, los programas de posgrado y los MOOCs (Cursos masivos abiertos en línea) son otras variedades a considerar.
Cabe resaltar que las clases, en este ámbito, pueden ser presenciales o ser accesibles de forma remota. Esta última opción se nutre con parte de las alternativas detalladas líneas arriba y con servicios o recursos de educación a distancia y cursos online.
Independientemente de vías, estilos o formatos que se priorizan al estudiar después de haber culminado una carrera y recibido el título correspondiente, hay que tener presente que, tanto en el sector privado como en el público, se valora más a los trabajadores que se muestran bien predispuestos a instruirse de manera frecuente y a someterse a procesos evaluativos que midan sus conocimientos y desempeño profesional.
Ventajas y desventajas
Orientarse al aprendizaje a lo largo de la vida sin dudas es beneficioso siempre. Nunca será contraproducente la intención de destinar tiempo, dinero y esfuerzo a la capacitación como clave del desarrollo profesional y/o personal.
La formación permanente estimula el crecimiento, el progreso en materia personal, la competitividad y el perfeccionamiento. Da confianza, autoestima sólida y seguridad la educación continua porque abre las puertas a más (y mejores) oportunidades, a la evolución dentro del ámbito laboral y a sobresalir del resto al demostrar sed de conocimiento, ganas de seguir activos y comprometidos con el puesto o la actividad laboral que se posee.
Para las empresas, la educación continua del personal resulta ventajosa porque, en primer lugar, se traduce en una mejora notoria de la productividad y en un equipo capacitado constantemente que está en condiciones de afrontar desafíos de la era moderna. También se consiguen empleados que, más allá de estar preparados a nivel técnico, son capaces de aportar ideas o soluciones innovadoras y creativas.
No es un dato menor que la educación continua se posicione como un espacio perfecto para la adquisición de competencias digitales y de habilidades tanto blandas como técnicas, así como para el desarrollo de liderazgo.
Como surge de la práctica, son muchas las bondades de la capacitación permanente que trasciende edades, géneros, nacionalidades y profesiones/oficios. Sin embargo, existen aún limitaciones, barreras o desventajas ya que, si bien se ha avanzado considerablemente al respecto, todavía hay que trabajar para mejorar el alcance de la formación continua. Es imprescindible que sigan encaminándose los esfuerzos colectivos y las políticas de Estado hacia la consolidación mundial de la educación inclusiva y profundizar el financiamiento educativo y los programas de becas dado que, en ocasiones, los elevados costos asociados a la inscripción en seminarios o cursos obstaculizan o impiden el aprendizaje continuo. Del mismo modo se requieren inversiones para que en cada vez más regiones se aseguren la conectividad y la alfabetización digital: con acceso a Internet y dominio de las herramientas tecnológicas se facilita en gran medida el aprendizaje.
Tecnologías y herramientas al servicio de la educación continua
Desde hace un tiempo no dejan de multiplicarse las herramientas y tecnologías al servicio de la educación continua.
Son útiles y frecuentemente utilizadas, por detallar un caso concreto, las aplicaciones móviles que ofrecen cursar diversas carreras y dan recursos para facilitar el proceso de enseñanza/aprendizaje (como las aulas virtuales) garantizando la seguridad de los datos.
Los enfoques pedagógicos y elementos surgidos del e-learning son otra fuente de enriquecimiento dentro del campo de la educación continua en línea. Es oportuno señalar, asimismo, que la realidad tanto virtual como aumentada, al igual que la inteligencia artificial, suman opciones para la innovación educativa.
Es muy útil, incluso, la gamificación en la educación. Se trata de una estrategia basada en llevar dinámicas lúdicas al plano educativo y/o profesional en pos de obtener los mejores resultados posibles. Se busca, con esta táctica, estimular y lograr aprendizajes a través de juegos.