Se denomina encía a la carne que brinda protección a los dientes y recubre la parte interior de las mandíbulas. El término tiene su origen etimológico en el vocablo latino gingīva.
Compuesta por tejido conectivo denso, la encía está cubierta de epitelio escamoso y se vincula al ligamento periodontal y a los tejidos mucosos de la boca. Su color es rosa pálido.
La encía no solo protege a los dientes, sino que además contribuye a su sujeción. Por eso es importante que esté saludable ya que, de lo contrario, se puede llegar a padecer la pérdida de piezas dentarias.
Para mantener la encía en buen estado, es necesario realizar una correcta higiene de la cavidad bucal. El uso regular de un cepillo suave, hilo dental y enjuague bucal ayuda a mantener la zona limpia y evita la acumulación de placa bacteriana
Un cepillado deficiente (insuficiente o demasiado agresivo), en cambio, favorece la presencia de placa y, por lo tanto, el desarrollo de diferentes enfermedades. La propia genética e incluso fumar son otras de las causas que pueden llevar a tener problemas con las mencionadas encías. En el caso de la encía, puede verse afectada por trastornos como la gingivitis y la periodontitis.
La gingivitis es la inflamación de la encía. Se trata de un daño que puede revertirse debido a que el hueso y el tejido conectivo no se ven afectados. Si la gingivitis avanza, se puede transformar en periodontitis, donde tanto el hueso como el tejido conectivo sí resultan dañados.
La periodontitis, que se considera que viene a ser un estado más avanzado de la llamada gingivitis, se produce cuando tanto las bacterias como el mencionado sarro se vienen a acumular bajo las encías. Esa situación es tan grave que puede traer consigo la pérdida de una o varias piezas dentales, ya que tiene lugar la destrucción del hueso que las sustenta.
Dolor al masticar, mal aliento, la creación de nuevos espacios entre dientes e incluso la aparición de pus son algunos de los síntomas que indican que se sufre periodontitis. Esta podemos establecer, además, que puede ser de varios tipos:
-Progresiva, que es aquella que puede afectar a una persona desde su infancia hasta que llega a convertirse en adulta. Tiene la particularidad de que es realmente rápida la progresión de lo que es la pérdida de dientes.
-Crónica, que es la clase de periodontitis que más afecta a la población. Por regla general, afecta a adultos y se produce por lo que es acumulación de placa bacteriana. Con el paso del tiempo puede llevar también a la pérdida de piezas dentales.
-Necrotizante, que se caracteriza por la aparición de una necrosis que acaba, sobre todo, con la muerte de lo que es el tejido de las encías.
Los síntomas más habituales de un problema en la encía son el enrojecimiento, el sangrado durante el cepillado y la retracción. La persona que padece alguna enfermedad en la encía también puede experimentar sensibilidad en la región y tener mal aliento.
De la misma manera, entre los síntomas más habituales que pueden indicar un problema de encías también se encuentra el dolor que se siente en ellas.