La epidermis es el tejido ectodérmico que recubre la superficie corporal de las especies animales y de forma diferente de los vegetales. En los seres vertebrados, este epitelio está formado por sucesivas capas de células que se superponen, mientras que los invertebrados están recubiertos por una única capa.
En los seres humanos y en el resto de las especies vertebradas, la epidermis es la capa superficial de la piel. Este es el órgano más extenso, con un peso aproximado de 5 kilogramos en el homo sapiens y un espesor que fluctúa entre los 0,5 y los 4 milímetros.
Epidermis y piel
La piel es una protección que preserva al organismo de agentes externos y que determina la estructura de los denominados anexos cutáneos, como el cabello y las uñas. Las enfermedades de la piel se conocen como dermatitis y son tratadas por la dermatología. El acné y la psoriasis son algunos de los trastornos de la piel más usuales.
La queratina es el principal componente de la epidermis. La melanina, por su parte, es el pigmento que da color a la piel. Es posible distinguir diversos estratos en la epidermis, como el germinativo, el espinoso, el granuloso, el lúcido, el córneo y el disyunto.
Una membrana vegetal
En el ámbito de la flora, la epidermis es una membrana o tejido formado por una capa de células que se encuentran unidas entre sí, la misma se encuentra en tallos, hojas y raíces de todas las plantas jóvenes. En algunos casos se encuentran reforzadas por fuera con materiales de tipo lipídicos formando la cutina, una capa absolutamente impermeable.
La función de la epidermis vegetal es la de proteger a la planta de la agresión de aquellos agentes externos que pudieran dañarla, impedir que se diseque (acotando la transpiración, concretar el intercambio gaseoso con el entorno y segregando ciertas sustancias para preservarla de los efectos del sol y el clima) y hacer las veces de soporte; en las zonas de la raíz, es la que posibilita la absorción de los minerales y el agua.
Problemas que afectan a la epidermis de las plantas
Desde tiempos prehistóricos los seres vivos son afectados por diversas enfermedades, pero en el caso de las plantas, sobretodo han devenido como consecuencia de la presencia del hombre como agricultor y la transformación de las tierras y los agentes implicados en la vida vegetal. Además, con la inserción de variedades de plantas exóticas en las diversas regiones, con ellas también arribaron plagas y enfermedades y al romperse el equilibrio en los medios naturales, éstas han proliferado de forma acelerada.
Según lo han determinado ciertos estudios, entre un 10% y un 20% del total del cultivo en el mundo se pierde a causa de la afección de enfermedades en la epidermis.
Existen dos grandes grupos de plagas que afectan la epidermis de las plantas, las parasitarias, provocadas a causa del contacto con animales, otros vegetales o determinados virus ambientales, y las no parasitarias, causadas por cuestiones fisiológicas causadas por accidentes meteorológicos o la escasez de ciertos nutrientes imprescindibles para la vida de la especie.
Los seres vivos que más afectan la epidermis de las plantas son los insectos, de acuerdo a la especie vegetal existen diversos seres vivos que amenazan su vida.
Entre los mamíferos los más peligrosos son los roedores e insectívoros, no sólo porque se alimentan de vegetales y son capaces de destruir campos enteros de cultivo, sino porque cavan túneles en la tierra cercenando las raíces de las plantas.
Otra especie peligrosa es la de los nemátodos, los cueles son gusanos microscópicos que se alimentan de las hojas y tallos de las plantas, son difíciles de descubrir dado su tamaño, pero el daño que provocan en las plantas en muchos casos es extremo.