La Real Academia Española (RAE) indica que la etimología de esquirla es desconocida. El término se emplea para aludir a una astilla que se desprende de un hueso, un vidrio, una roca u otro material.
Por ejemplo: “El joven resultó herido por las esquirlas del cristal”, “Las esquirlas de la detonación lastimaron a muchas personas”, “Debido a la fractura, una esquirla del hueso desgarró el músculo del futbolista”.
A los fragmentos de un elemento explosivo que se generan a partir de una detonación se los denomina esquirlas. Estos trozos pueden ser muy dañinos ya que son expulsados con gran violencia en diferentes direcciones.
Cuando estalla un vidrio, también produce esquirlas: así se denomina a las múltiples partículas resultantes de su rotura. Supongamos que un automóvil circula por una ruta (carretera) cuando recibe un piedrazo en una ventanilla lateral. Con el impacto, el cristal estalla y se generan esquirlas. Las personas que viajaban del lado donde se produjo el ataque pueden resultar heridas por estas esquirlas.
Las esquirlas que quedan debajo de la piel o dentro de los ojos son muy peligrosas, ya que si no se quitan pronto pueden generar infecciones de diferentes grados. Como si esto fuera poco, cuanto más tiempo se dejen en el cuerpo más difícil será extraerlas, una razón más para tomar una decisión a penas se produce la herida.
Dependiendo de la zona en la cual se introduzca la esquirla varía el método más aconsejable para extraerla, y también el riesgo de complicar la situación. Sin lugar a dudas, el ojo es una de las partes del cuerpo más delicadas y expuestas, razón por la cual incluso la presencia de una partícula de tierra en su superficie nos genera preocupación y la necesidad inmediata de quitarla.
Todo comienza con una molestia en el ojo, pero no siempre es evidente la ubicación precisa de la esquirla. Por eso, debemos inspeccionar la zona con sumo cuidado, antes de lo cual debemos lavar y desinfectar nuestras manos. Es muy importante evitar cualquier movimiento que pueda hundir la partícula en nuestro ojo, y por eso se recomienda usar los dedos para abrir los párpados tanto como sea posible y mirar hacia arriba y abajo frente a un espejo.
Si la habitación no está iluminada adecuadamente, entonces se aconseja usar una linterna para mirar con más detenimiento la superficie del ojo. Claro que muchas veces no es posible encontrar la esquirla por nuestros propios medios; es entonces que la ayuda de otra persona es ideal.
La presencia de una esquirla de vidrio en el ojo es muy preocupante, pero si actuamos con cautela podemos quitarla en poco tiempo y sin causar mayores heridas. De todos modos, en muchos casos conviene pedirle ayuda a un profesional, que cuenta con las herramientas, la experiencia y el pulso para hacer este trabajo con una probabilidad de error considerablemente menor que sus pacientes.
Precisamente es muy importante evitar el uso de ciertas herramientas para quitar esquirlas de los ojos, como ser pinzas o palillos; de hecho, los médicos recomiendan no usar nada sino limitarse a parpadear para que el objeto sea expulsado de forma natural.
Un hueso que se fractura, por otra parte, puede presentar esquirlas. Según las características de la lesión, las esquirlas pueden alojarse en distintas partes del cuerpo y provocar otros daños.
En un sentido simbólico, por último, se llaman esquirlas a los efectos negativos de algo: “Las esquirlas de las elecciones legislativas siguen afectando al gobierno: el presidente analiza modificar el plan económico”, “La pelea entre el entrenador y el capitán dejó esquirlas en el plantel”, “No quiero que la renuncia de Esteban provoque esquirlas en la empresa”.