El adjetivo externo procede del vocablo latino externus. El concepto alude a aquello o aquel que actúa o se presenta en el exterior, a diferencia de lo interno. Por ejemplo: «Es importante resguardar la información en algún medio de almacenamiento externo por si le ocurre algo a la computadora», «No soy parte del staff fijo de la revista, soy un colaborador externo», «El principal negocio de nuestra empresa está en el mercado externo».
El término se utiliza para la construcción de diversas expresiones. El oído externo, por citar un caso, es el sector del oído de los animales vertebrados que abarca el tímpano, el conducto auditivo y el pabellón auditivo. La función del oído externo es captar los sonidos y conducirlos a la zona media e interna.
Un ángulo externo, también llamado ángulo exterior, es aquel que se forma por uno de los lados de un polígono y la continuación del lado contiguo. Los polígonos, en cada vértice, cuentan con dos ángulos externos que tienen idéntica amplitud. Cada uno de estos ángulos externos es suplementario del ángulo interior con el cual comparte el vértice.
La deuda externa, por otra parte, se compone de la suma de las deudas que una nación tiene con entidades del extranjero. Está formada por la deuda que contrajo el Estado (la deuda pública) y por aquella tomada por particulares y empresas (la deuda privada).
En el ámbito de la informática, existe el concepto de disco duro externo, que también se conoce simplemente como disco externo o unidad externa, entre otros nombres, y se trata de un medio de almacenamiento que por lo general se conecta al ordenador o al dispositivo principal para guardar archivos a modo de copia de seguridad, aunque la utilidad que cada usuario le dé puede ser diferente.
La razón más común para adquirir un disco externo es la falta de espacio en el disco interno, pero también puede hacerse para preservar cierta información en un entorno ajeno al del sistema operativo, donde no esté tan expuesta a virus y fallos informáticos, entre otros riesgos. Existen diversos tipos de medios de almacenamiento digital, cada uno de ellos con sus pros y sus contras, pero todos comparten una característica: no duran para siempre.
Entre las clases de discos externos que se encuentran disponibles en el mercado destacan los que tienen la misma tecnología que los discos duros tradicionales y los que usan memoria flash. La diferencia principal entre ambas es que la primera tiene partes móviles, ya que contiene un disco magnético que gira a gran velocidad mientras una aguja mecánica lo recorre para realizar las tareas de lectura y escritura, y la segunda se basa en la electricidad para administrar celdas de memoria absolutamente estáticas.
El término externo también lo encontramos en el concepto de exoesqueleto, el cual tienen ciertos animales, protistas y hongos para soportar y proteger su cuerpo. Otro nombre que recibe es dermoesqueleto, y se caracteriza por recubrir la superficie externa del cuerpo.
La compañía Ford dota a sus empleados de una especie de esqueleto externo que denomina EksoVest para asistirlos en las tareas más pesadas y repetitivas. Se trata de una especie de chaleco mecánico que previene el desgaste de ciertos movimientos, especialmente de aquellos que exigen mantener los brazos apuntando hacia arriba para ajustar partes de coches que se encuentran suspendidos por encima de ellos.
Se denomina trabajador externo, por último, al individuo que brinda servicios a una empresa, pero que no forma parte de su plantilla estable. Esto quiere decir que el trabajador externo no fue contratado por la compañía en cuestión, sino que desarrolla ciertas actividades para la misma, facturándolas.