Las fake news pueden surgir por una manipulación de información que se lleva a cabo de forma malintencionada.
Fake news es una expresión de la lengua inglesa que puede traducirse como «noticias falsas». Si bien dicha traducción es válida, e incluso recomendada por la Fundación del Español Urgente – FundéuRAE, es habitual que se utilice el concepto inglés en nuestro idioma.
Antes de avanzar con la definición, es importante indicar que news es una palabra incontable: solo se acepta la forma finalizada en S. Por lo tanto, no es correcta la noción de fake new cuando se pretende hacer referencia a una noticia en particular o en singular. En inglés, por lo tanto, siempre debe hablarse de fake news o recurrir a otras formas para generar la individualización (como «piece of news», por ejemplo).
Temas
ResumenQué son las fake news
La idea de fake news refiere a las noticias falsas: es decir, que faltan a la verdad. Esta característica puede generarse de manera involuntaria (quien difunde la noticia no tiene intención de dar a conocer información errónea o falaz) o ser el resultado de una acción premeditada (se miente o se omiten datos relevantes adrede).
Cuando las fake news son intencionales, lo correcto es indicar que se tratan de noticias falseadas. Así se hace hincapié en la adulteración voluntaria del contenido.
Dependiendo del contexto, las fake news pueden nombrarse como bulos, falacias o filfas. En un sentido amplio, son engaños o mentiras.
El periodismo de baja calidad suele contribuir a la difusión de fake news.
Un fenómeno histórico que no deja de crecer
Las fake news no constituyen un fenómeno de la modernidad. Siempre ha existido la difusión de noticias falsas, incluso con la intención de engañar a la población a partir de una motivación política, económica, etc.
Sin embargo, estas trampas se multiplicaron en los últimos años a partir de la masificación de Internet y, sobre todo, con el auge de las redes sociales. Por eso, lo usual es que el concepto de fake news señale específicamente al material pseudoperiodístico que circula por la Web y busca la desinformación (o sea, una manipulación intencionada).
Lo que se hace con las fake news es influir en la toma de decisiones y en la formación de opinión de las personas. Con los datos falsos presentados como reales, muchas veces se exalta o se desprestigia a una personalidad o a una institución; así, la gente elabora juicios que parten de una mentira.
En ocasiones, las fake news funcionan como distracción mediática para evitar la atención en ciertas problemáticas.
Las fake news y el periodismo
Debido a que las fake news suelen presentarse como artículos periodísticos, su existencia implica un gran problema para el periodismo en general. La credibilidad de los profesionales que trabajan con honestidad y de los medios de comunicación que se rigen por criterios éticos también suele ser cuestionada por el avance de este fenómeno.
Para los ciudadanos, en ocasiones resulta difícil distinguir entre las fake news y las noticias reales. De este modo, a las usinas generadoras de fake news se las suelen considerar como medios serios. A su vez, se tiende a rechazar lo que difunden los periódicos, las revistas, las radios, los canales de TV y los portales que dan a conocer información veraz y contrastada con distintas fuentes.
Cabe resaltar que posverdad es un término vinculado al fenómeno de las fake news. Se llama posverdad a la distorsión de la realidad que, de forma intencional, apunta a la manipulación de las emociones y las creencias. La «verdad» que difunden algunos medios, en este marco, es una visión sesgada o directamente falsa de lo real que no se sustenta en hechos objetivos, pero que es aceptada y defendida por la gente como cierta.
Campañas de desprestigio
Las fake news suelen emplearse en el marco de campañas de desprestigio contra alguien o algo. A través de bots de Internet y cuentas falsas en redes sociales, se difunden calumnias, citas fuera de contexto, declaraciones falsas y otros contenidos con el objetivo de lograr una desacreditación.
Esta difamación basada en falsedades, información distorsionada y otros recursos se lleva a cabo a través de fuentes no confiables que apuntan a la manipulación emocional. Muchas veces la población no logra reconocer las narrativas ficticias y consume noticias inventadas y rumores como hechos objetivos, con lo cual se construyen conceptos que parten de preceptos distorsionados.
Por eso es importante formar a la ciudadanía en la detección de fake news. Se debe trabajar desde el Estado y las instituciones en acciones de concientización para que cada persona pueda reconocer las noticias no verificadas. Esto es vital también para interrumpir su propagación: aquel que advierte que recibe una fake news a través de redes sociales o WhatsApp, no debe reenviarla.
De igual modo, los periodistas tienen la obligación de reconstruir su vínculo con la sociedad, rechazando la difusión de fake news y denunciando su publicación. De este modo, los medios de comunicación serios y profesionales pueden volver a contar con un reconocimiento social a su labor, que los diferencia de aquellos que apelan al sensacionalismo, la prensa amarilla y la propaganda camuflada.
Publicado por 
