Al hecho de falsar se lo denomina falsación. El verbo falsar, en tanto, alude a desmentir un postulado a través de experimentos o pruebas.
Contradecir o refutar
La idea de falsación aparece en el terreno de la ciencia con referencia al proceso que permite contradecir o refutar una teoría. Se trata del pilar de la doctrina filosófica que se conoce como falsacionismo.
Aquello que puede ser sometido a la falsación (es decir, que puede ser falsado) resulta falsable. La condición de falsable, en tanto, recibe el nombre de falsabilidad.
Siguiendo con este razonamiento, el falsacionismo ubica a la falsabilidad como el principio que permite diferenciar entre lo científico y lo que no es científico. Esta corriente impulsada por el austríaco Karl Popper sostiene que, cuando una teoría puede ser falsada, es científica, debido a que se puede poner a prueba y, de este modo, ratificar o desmentir con experimentos.
Carácter científico
Al tratar de lograr la falsación de una hipótesis con un contraejemplo, se la contrasta. Si la refutación no se logra, se considera que la hipótesis está comprobada y es aceptada. De todos modos, es importante saber que la confirmación que se logra mediante la evidencia empírica nunca se toma como definitiva: la validez, de acuerdo al falsacionismo, es provisional.
Hay que tener en cuenta que la falsación se usa como criterio de demarcación para diferenciar entre el carácter científico y el no científico. No tiene que ver, por lo tanto, con la verdad del enunciado, sino con la posibilidad de que el mismo sea falsado.
El método
Karl Popper formó parte de un sinfín de debates en el ámbito de la epistemología, la parte de la filosofía que se encarga del estudio de los fundamentos, los principios, los métodos y la extensión del conocimiento de nuestra especie. En ese contexto, propuso un método que podía destrabar la oposición de los dos extremos existentes hasta entonces: los que ponían en duda la validez de la evidencia empírica y los que la defendían. El mismo supuso una bocanada de aire fresco al incluir la experimentación, la deducción lógica, la intersubjetividad y la intuición.
Estas características supusieron una novedad en el ámbito de las ciencias naturales porque hasta el momento su valor no había sido reconocido pero Popper las puso en primera fila para resolver problemas como la formulación de enunciados e hipótesis, el contraste de teorías y la selección de criterios de validez. En el año 1994 publicó un libro cuyo título, Conjeturas y refutaciones, expresa con efectiva concisión la clave de su método de falsación, el cual se conoce en el medio como popperiano.
Para Popper, el trabajo científico se basa en formular hipótesis y especificar con precisión las pruebas a las que las someten para validarlas; dicho de otra manera, se basa en «conjeturar y refutar». La importancia de la experimentación científica se debe a que nos permite efectuar un contraste entre las teorías y la realidad empírica, para eliminar los errores por medio de la falsación. Al respecto, estableció ciertas reglas de racionalidad para que se pueda realizar la falsación, las cuales deben cumplir las teorías:
* tener conclusiones basadas en una estructura lógica, para lo cual es necesario el uso de procedimientos de deducción correctos;
* sin importar si en ellas predomina la forma empírica o la lógico-deductiva, deben exhibir una buena conformación en su estructura general;
* con el propósito de saber hasta qué punto se apoyan en otras teorías o sirven para contradecirlas, deben ser comparadas con éstas;
* indicar experimentos fundamentales que sirvan para contrastarlas con la realidad, especificando las condiciones exactas en las que éstos pueden dar lugar a la falsación de las hipótesis.