La garganta es una cierta región del cuello o el espacio interior que se halla entre el paladar y el ingreso al esófago y la laringe. El concepto, por extensión, se utiliza para nombrar a la porción más angosta de algo.
Por ejemplo: «Me duele la garganta, creo que voy a comer un caramelo de miel», «El jugador recibió un golpe en la garganta que lo dejó sin aire», «Tomó la botella por la garganta y bebió hasta vaciarla».
Importancia de la garganta
En la garganta no sólo se hallan el esófago y la laringe, sino que también por allí pasan venas y arterías y hay diversos músculos. Por la garganta, por otra parte, circulan el aire que se inspira y los alimentos. Esto la convierte en un área sensible para los vertebrados: por eso muchos animales atacan a sus presas en esa zona.
Los seres humanos no son la excepción ya que el estrangulamiento es un método de ataque bastante frecuente. Al ejercer una fuerte presión en la garganta de una persona, el atacante impide que el aire llegue a los pulmones de la víctima, causándole la asfixia.
La amigdalitis
Se conoce con el nombre de amigdalitis a la inflamación de las amígdalas, que son masas de tejido carnoso que penden a cada lado de la parte posterior de la garganta y que se encargan de colaborar en la lucha contra los gérmenes que se adentran en el organismo por medio de la boca. Esta enfermedad provoca un engrosamiento de las amígdalas, las cuales se tornan rojizas y pueden recubrirse de una secreción de color blanco, amarillo o gris.
Los síntomas más comunes de la amigdalitis son el dolor de garganta, la inflamación de los ganglios linfáticos del cuello, dificultades para respirar y fiebre. Antes de sugerir un tratamiento, los médicos deben asegurarse de la causa de la amigdalitis, que puede ser viral o bacteriana; en algunos casos, esto puede determinarse a través de una simple inspección, aunque un cultivo de las secreciones ofrece los mejores resultados.
Los términos amigdalitis y faringitis suelen usarse indistintamente, aunque esta última es una infección que causa la bacteria conocida como estreptococo. Sus síntomas suelen depender de la edad del paciente e incluyen fiebre, secreción nasal con o sin sangre, pérdida de apetito, irritabilidad y pus en las amígdalas.
La garganta como caudal de voz
La idea de garganta también se emplea para referirse al caudal de voz de una persona. La garganta, en este sentido, se asocia a la potencia o el timbre vocal: «El tenor demostró su buena garganta con una magnífica interpretación de la ópera», «Al líder de la banda le falló la garganta, por lo que la presentación en vivo fue bastante pobre».
Sin embargo, en el ámbito de la lírica se habla de canto de garganta para representar la técnica incorrecta: aquella que ejerce presión excesiva sobre las cuerdas vocales para producir el sonido. La forma correcta de cantar, si bien es muy compleja y conlleva la combinación de varios principios y técnicas, se basa en el control del diafragma para impedir que el aire se escape de los pulmones involuntariamente, y esto ayuda a proteger las cuerdas vocales ya que la fuerza se produce en el abdomen.
Así como se dice que un cantante tiene «buena garganta» a pesar de no poseer un basamento técnico, la expresión do de pecho no tiene sentido para un profesional de la ópera, ya que dicha nota se puede ejecutar correctamente si se aprovecha la resonancia que aportan las cavidades óseas de la cara, las que sirven para dar más riqueza a los sonidos agudos; del pecho, en cambio, pueden beneficiarse notas muy graves.