En la lengua griega, Gaîa es el nombre que se le da a la diosa Tierra. Dicho vocablo llegó al latín científico como gaea, que es el antecedente etimológico más cercano de gea.
En nuestro idioma podemos encontrar el término Gea para aludir a la mencionada divinidad de la mitología griega. Gea, en este sentido, es equivalente a Gaia o Gaya.
La Real Academia Española (RAE), de todos modos, reconoce acepciones de gea como sustantivo común. Se llama gea al conjunto de los elementos que componen el reino inorgánico de una región y al texto que se encarga de describir dicho conjunto.
La gea en el terreno de la biología
En el campo de la biología, la gea equivale al reino inorgánico de una cierta zona. Para comprender la idea de manera precisa, por lo tanto, primero hay que tener en claro qué es un reino y a qué se refiere el adjetivo inorgánico.
Un reino es una categoría taxonómica (es decir, que permite realizar una clasificación). Esta categoría incluye a filos de organismos que tienen características esenciales en común.
La determinación de cuáles son los reinos existentes fue cambiando a lo largo de la historia y sigue siendo motivo de debate. Podemos decir que hubo una primera diferenciación básica de tres reinos: animales, plantas y minerales, siendo los dos primeros integrados por seres vivos y el tercero, por sustancias inorgánicas.
Así, en este punto llegamos al concepto de inorgánico. Se califica de este modo al cuerpo o elemento que carece de órganos vitales. Expresado de otro modo: lo inorgánico no tiene vida.
Volviendo a la gea, se trata de la materia inorgánica presente en un territorio. La tierra, las piedras y el agua, de este modo, integran la gea.
Una diosa primordial
Retomando la mitología griega, Gea, Gaia o Gaya era una diosa primordial ya que existió desde el inicio del universo. De hecho, personificaba al planeta Tierra, de manera similar a lo que representaba Terra en la mitología romana.
La cosmogonía griega indicaba que, del Caos existente antes de la aparición de los dioses, surgió Gea, de cuyo ser nacieron Ponto (el mar) y Urano (el cielo).
La hipótesis Gea
A fines de la década de 1960, el químico inglés James Lovelock recuperó el nombre mitológico para desarrollar la llamada hipótesis Gea o hipótesis Gaia. De acuerdo a Lovelock, la superficie de la Tierra y la atmósfera actúan coordinadamente como un sistema que tiene a la biosfera (el conjunto de los seres vivos) como componente principal.
La biosfera, siguiendo con la hipótesis postulada por este científico y ambientalista nacido el 26 de julio de 1919 en Letchworth, autorregula las condiciones elementales del planeta -como la composición química y la temperatura-, tendiendo al equilibrio. Gracias a esta particularidad, el ambiente se vuelve propicio para el desarrollo y la subsistencia de las distintas especies de seres vivos.
La hipótesis Gea ha sido analizada y debatida en conferencias internacionales. Incluso dio lugar a nuevas hipótesis y teorías que buscan explicar desde el origen de la vida hasta la evolución del medio ambiente.