Una golosina es un dulce que se consume por placer y no para obtener sustento. Estos productos no suelen destacarse por sus aportes nutricionales e incluso pueden resultar perjudiciales para la salud si se los ingiere en exceso.

No hay, por lo tanto, otro fin más que el disfrute a la hora de comer golosinas. De todas maneras es posible hallar varias opciones saludables en este grupo.
Entre las golosinas más populares encontramos a los caramelos, los chicles (gomas de mascar), las paletas (también conocidas como chupetines o piruletas) y los chocolates. Por lo general los principales consumidores de golosinas son los niños, aunque también muchos adultos se sienten atraídos por este tipo de productos.
Pese a que existe una amplia diversidad de opciones, corrientemente las golosinas no aportan nutrientes valiosos. Por el contrario, incluyen grandes cantidades de azúcar y otras sustancias que pueden resultar dañinas para el organismo.
Esta característica hace el consumo excesivo de golosinas pueda provocar diabetes y obesidad, entre otros trastornos. También es habitual que incida en el desarrollo de caries. Un problema adicional que pueden causar las golosinas es que la persona que las come se sacia y luego no incorpora los alimentos que su cuerpo necesita en cuanto a la nutrición.
Es frecuente que la gente adquiera golosinas producidas a nivel industrial en tiendas, almacenes, supermercados, etc. Hay marcas famosas en todo el mundo y compañías multinacionales que se dedican a su elaboración. Sin embargo, también se pueden preparar golosinas caseras con frutas, cereales y muchos otros ingredientes.