La noción de grama procede del vocablo latino gramĭna, que es el plural de gramen. La grama es una planta que forma parte del grupo familiar de las gramíneas, caracterizada por su tallo rastrero y de forma cilíndrica, sus nudos, sus hojas cortas y sus flores organizadas en espigas.
En el sentido más amplio del concepto, se llama grama al césped: las gramíneas que se emplean para cubrir el suelo. Grama, en este marco, puede ser sinónimo de césped, pasto o hierba.
La grama suele tener un fin ornamental. Por eso se planta en jardines, parques y otros espacios. Además, en el ámbito del deporte, la grama constituye una parte esencial del terreno o campo donde se desarrolla la actividad de diversas disciplinas.
En el tenis, el fútbol y el golf, por citar algunos casos, el cuidado de la grama es muy importante ya que, si el césped crece de manera irregular o está muy alto, la pelota no rodará ni rebotará con normalidad.
Es importante mencionar que, como parte de las gramíneas, las especies que reciben el nombre de grama son angiospermas (tienen carpelos cerrados), fanerógamas (sus órganos reproductivos son visibles y tienen forma de flor) y monocotiledóneas (su embrión presenta un solo cotiledón).
La Real Academia Española (RAE), en su diccionario, alude a ciertos tipos específicos de grama. La grama del norte, por ejemplo, es una planta perenne de raíz rastrera que se emplea en el terreno de la medicina. La grama de prados o grama de olor, por su parte, sobresale por su fragancia.
Si bien la grama tiene tanta utilidad en el ámbito de la jardinería para la composición de céspedes, se trata de una especie que posee propiedades medicinales dignas de ser mencionadas, como ser su acción remineralizante, antiinflamatoria y diurética. Uno de los rasgos más destacables de la grama es su alto contenido en potasio; gracias a esto, es un agente depurativo tan efectivo.
Otros de los beneficios de la grama incluyen propiedades antihipersensitivas, hipoglucemiantes, colagogas y hepatoprotectoras. Como se menciona anteriormente, es gracias al potasio presente en su composición, a sus sales potásicas, que esta planta es ideal para la depuración del organismo y para conseguir un efecto diurético. Precisamente, se indica para la estimulación de la orina con el propósito de eliminar las toxinas por medio de ella.
Para las personas que necesitan normalizar sus niveles de sodio en sangre, el potasio que aporta la grama es de gran ayuda. Los especialistas recomiendan incluirla en la dieta, junto con otros alimentos ricos en potasio.
La grama también se usa para tratar y prevenir las infecciones de los conductos urinarios en casos de uretritis, prostatitis, cistitis y ureteritis. La retención de líquidos y los edemas son otros de los problemas que pueden ser reducidos mediante su consumo. A veces se combina con otras especies para conseguir la prevención de cálculos de riñón o para reducir el dolor que causan los cólicos nefríticos.
Si bien la grama no es una planta con muchas contraindicaciones, las tiene y por eso resulta necesario mencionarlas. Claro que los trastornos se pueden evitar por completo a través de un consumo moderado. Veamos algunos de ellos a continuación:
* dado que la grama tiene una acción diurética pronunciada, no se recomienda en caso de cardiopatía o hipertensión arterial sin supervisión médica, ya que puede conducir a una descompensación;
* durante el embarazo es recomendable consultar con el ginecólogo antes de comenzar un tratamiento con grama, aunque no existan claros indicios de que pueda ser contraproducente;
* el ganado puede intoxicarse al consumir grama porque en sus partes aéreas hay heterósidos cianogénicos;
* no se debe consumir más que su parte medicinal, o sea su rizoma.