El recorrido etimológico de hogaza se inicia en el latín focus, que puede traducirse como “hoguera” u “hogar”. Dicho vocablo derivó en focacium (término referente a un pan que se cuece debajo de cenizas), que a su vez llegó al latín tardío como focacia.
Se denomina hogaza a un pan de tamaño grande, cuyo peso supera las dos libras (poco menos de un kilogramo). También puede aludir a un pan hecho con harina sin cerner del todo, por lo cual presenta una cierta cantidad de salvado.
En España, la hogaza es típica de diversas regiones de la comunidad autónoma de Castilla y León. Considerada como el pan de los campesinos y los pastores, ya aparece mencionada en “Don Quijote”, la obra clásica de Miguel de Cervantes.
El refranero popular incluso ha recurrido a hablar del pan que nos ocupa. Buena muestra de eso es el refrán de la zona de Burgos que dice así: «El muerto a la mortaja y el vivo a la hogaza».
La hogaza se elabora con harina de trigo o centeno con un poco de salvado. La masa suele cocinarse en un horno de leña a unos 220º C durante cerca de una hora. El resultado habitual es un pan achatado y redondo, con una corteza gruesa en el exterior y bastante miga en su interior. Gracias a su costra, la hogaza puede permanecer en buenas condiciones hasta una semana.
Otras características del pan de hogaza son las siguientes:
-Su fermentación es prolongada.
-Además de contar con una corteza gruesa, posee una miga muy compacta.
-La mencionada miga es, además, alveolada. Y esta seña de identidad permite que el pan se pueda cortar perfectamente en rebanadas.
-Se puede mantener en perfectas condiciones durante cinco o seis días, aproximadamente.
-En muchos lugares de España un auténtico manjar es tomar una rebanada de pan de hogaza con un chorrito de aceite de oliva y una o varias lonchas de jamón.
Es posible consumir la hogaza de distintas formas. Por lo general, se trata de un acompañamiento de embutidos o carnes. Se puede tomar una rebanada y añadirle un trozo de comida, o usarla para formar un sándwich. Además se utiliza como ingrediente de turriyones (manto de cerdo con azúcar o miel y miga de hogaza), migas de pastor (pedazos de hogaza tostada mezcladas con verduras y carnes picadas) y sopa de ajo, entre otros platos.
De este tipo de pan que nos ocupa tenemos que exponer que existen distintas variedades en todo el mundo. Buena muestra de ello es que, por ejemplo, en Venezuela tiene como variedad al llamado pan campesino, que se puede comprar tanto en formato redondo como alargado y que tiene la particularidad de incorporar lo que es harina espolvoreada por encima.
De la misma manera, hay que tener en cuenta que también se utiliza ese término para darle forma a una expresión que intenta calificar, de forma despectiva, a alguien. Así, por ejemplo, se puede decir: «Manuel tiene cara de pan de hogaza». De esta manera, lo que se intenta expresar es que el tal Manuel posee un rostro redondo, grande y ancho.