El verbo homologar refiere a cotejar o verificar dos elementos, estableciendo una relación entre ambos para analizar sus semejanzas y equipararlos. El concepto suele usarse para corroborar que algo cumple con las normas o con ciertas especificaciones.
Un proceso oficial
Aquello que se desea homologar, por lo tanto, debe respetar las reglas o las características dispuestas por una autoridad. Si se confirma el acatamiento de los requisitos, el organismo competente confirma la homologación.
Al homologar, pues, se equipara un producto o una acción con un modelo o patrón. Este proceso se lleva a cabo para alcanzar un reconocimiento oficial, que avala la calidad o las especificaciones técnicas.
Los vehículos
Homologar un vehículo, por ejemplo, supone conseguir el consentimiento de la dependencia estatal correspondiente para circular por la vía pública. La homologación implica la obtención del permiso para utilizar dicho medio de transporte.
Cuando se adapta una motocicleta o un automóvil producido en serie a una cierta competición, también se lo debe homologar. En este caso, la finalidad es que el vehículo resulte acorde al estándar de la competencia.
También es necesario homologar los accesorios de los vehículos. En este caso, el primer paso consiste en solicitar el informe de conformidad al fabricante mismo. Al día de hoy, este trámite se puede realizar de manera telemática. El segundo paso es obtener el certificado del taller, un documento que avale la instalación de los accesorios y que vaya firmado por un representante oficial. Finalmente, es necesario dirigirse con el vehículo y los documentos obtenidos a la ITV, donde podremos finaliza el proceso.
Para la educación formal
La homologación es muy importante en el terreno de la educación. Un título homologado de un país es reconocido en el extranjero, lo cual supone que esta segunda nación acepta la validez de la formación.
Para homologar un título académico, es necesario que existan convenios entre las autoridades educativas de los distintos países. Estos acuerdos favorecen, entre otras cosas, que los profesionales de un sector puedan trabajar indistintamente en uno u otro territorio.
Requisitos para homologar estudios en España
Además de la conformidad entre los dos países con respecto al sistema educativo, existen otros requisitos más precisos que debemos cumplir para que nos otorguen este certificado de validez. Tomando el caso de España como país de origen, por ejemplo, es importante señalar que para cursar la primaria o la secundaria no es necesario ningún trámite de homologación.
Otra situación que no requiere la convalidación es el deseo de cursar algún estudio que no exija la obtención del título secundario. Veamos, ahora sí, algunos de los requisitos más importantes para poder homologar los estudios extranjeros en España:
* que sean válidos de manera oficial en el sistema educativo de origen. Esto significa que el centro que lo emite debe estar completamente en regla;
* en el caso de centros educativos extranjeros residentes en España, también deben contar con la autorización debida para impartir los cursos;
* que los estudios hayan sido efectuados en el país de origen, y no homologados allí por provenir de un tercer país;
* que el grado de equivalencia entre el programa de origen y el de destino sea suficiente, tanto con respecto a su contenido como a la duración y el nivel académico.
Conclusiones
Puede decirse que homologar, en definitiva, favorece los intercambios internacionales de distintas maneras: los viajes profesionales, la exportación de productos, etc.
No son raros los casos de personas con estudios universitarios que, por no poder homologarlos antes de viajar al extranjero, terminan aceptando puestos de trabajo que nada se relacionan con su formación, y que exigen un desgaste físico y mental extremos, injustos para alguien que se esforzó durante años para conseguir un título.