Lo primero que vamos a hacer para descubrir el significado del término hostal es conocer su origen etimológico. En este caso, tenemos que subrayar que deriva del latín, concretamente de «hospitalis» que puede traducirse como «departamento para visitas». Una palabra esa que, a su vez, emana del sustantivo «hostes», que es sinónimo de «huésped».
Hostal es un concepto que se refiere a un establecimiento que brinda servicios de hostelería.
Un hostal tiene una categoría menor a la que ostenta un hotel. Puede tratarse de una hostería, una posada o un albergue, aunque las definiciones son imprecisas y las acepciones varían de acuerdo al contexto y a la región.
Se puede afirmar, de todas formas, que un hostal es un lugar donde un viajero puede pernoctar y disfrutar de determinadas comodidades. Como prestación esencial, el hostal brinda acceso a una cama para descansar y a un baño, que puede ser privado o compartido.
El desayuno es otro servicio habitual que se brinda en los hostales. En cuanto a la infraestructura de este tipo de sitios, puede incluir espacios de uso común como una cocina, una sala de estar o un salón de juegos.
Al ofrecer menos servicios que un hotel y de peor calidad, los hostales constituyen una opción de alojamiento económica. Muchas veces son elegidos por jóvenes que están dispuestos a resignar comodidades a cambio de pagar un precio bajo por el hospedaje.
Además de disfrutar de un precio más económico, muchas personas eligen un hostal a la hora de hospedarse en una ciudad que visitan porque les permite beneficiarse de estas otras ventajas:
-En los hostales suele haber un trato más cercano y personalizado, pues son menos los visitantes que en ellos se hospedan por el número de habitaciones reducidas que tienen.
-Se considera que, en ocasiones, puede servir para conocer a gente nueva y procedente de otros rincones del mundo que también se alojen en el hostal.
-Muchos de los hostales se pueden encontrar en zonas históricas de las ciudades y en edificios de gran valor. De ahí que sea una estupenda manera de conocer a fondo el centro de la urbe en la que se esté.
Por el contrario, hay quienes rechazan alojarse en un hostal por las desventajas que este presenta. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, a que suele estar peor insonorizado que un hotel, en ocasiones no hay más remedio que compartir baño con los huéspedes de otras habitaciones, no ofrece tantos servicios como un hotel, no cuenta con tanto personal para atender las peticiones y necesidades de sus clientes…
En ciertos casos, la palabra hostal es incluida en el nombre de un establecimiento que, en realidad, es un hotel convencional. Así, por ejemplo, un hotel de cuatro estrellas con spa y piscina puede llamarse Hostal del Bosque Encantado u Hostal de la Colina y no ser un hostal en el sentido más aceptado del concepto.