El vocablo latino indissolubĭlis llegó al castellano como indisoluble. Este adjetivo se emplea para calificar a aquello no es posible disolver.
El verbo disolver, por su parte, puede referirse a hacer que algo se incorpore a un líquido mediante la separación de sus partículas o a descomponer un elemento rompiendo la unión que existe entre sus componentes. Cuando esa separación o esa descomposición no se puede concretar, el producto o la sustancia es indisoluble.
La noción suele usarse en sentido simbólico. Los integrantes de una pareja, por ejemplo, pueden asegurar que mantienen un vínculo indisoluble. Ambos afirman que han superado duros momentos y todo tipo de pruebas y que, por eso, están convencidos de que nunca se van a separar.
Para la Iglesia católica, un matrimonio es indisoluble. La doctrina señala que esa indisolubilidad está dada por voluntad divina. Por eso quienes se casan a través del rito religioso del catolicismo, en teoría deben estar juntos “hasta que la muerte los separe”. La unión es indisoluble, a diferencia de lo que ocurre con un matrimonio civil (que puede romperse mediante el divorcio). En la práctica, por supuesto, quienes están casados por la Iglesia pueden separarse y seguir caminos independientes, aunque ya no tienen la posibilidad de volver a contraer matrimonio bajo los preceptos del catolicismo.
La Iglesia católica se apoya en un largo número de razones para justificar la idea del matrimonio como un contrato indisoluble. Sin embargo, cuando una pareja deja de funcionar, cuando dos personas ya no se entienden o no se aman, lo peor que pueden hacer es permanecer juntas por imposición. Es natural equivocarse, y esto no debería suponer una ofensa ni una falta de legitimidad: si se apaga la llama, entonces la decisión más sana es separarse intentando no destruir los buenos momentos.
Es habitual que se exprese, por otra parte, que actualmente Internet es una parte indisoluble de la vida cotidiana. Para la mayoría de las personas, no existe la posibilidad de vivir sin hacer uso de esta red informática, ya que muchos contactos sociales y actividades laborales y académicas se llevan a cabo mediante la Web.
Para entender el término indisoluble más a fondo podemos remitirnos a un diccionario de sinónimos en busca de otros que nos permitan apreciar sus diferentes matices. En este caso, veremos más de una lista, que responden a los varios significados que recibe en cada caso. Si entendemos indisoluble como unionista, es decir como perteneciente a la doctrina política que defiende y apoya la unión entre naciones o partidos, entonces podemos citar los siguientes sinónimos: indiviso, inseparable, solidario, uno, unitario e inherente.
Notemos que entre los sinónimos recién mencionados se encuentra el pronombre uno, que puede usarse tanto en masculino como femenino; si bien no pertenece al mismo tipo de palabra que indisoluble, ya que este último es un adjetivo, es posible usarlos en el mismo contexto para expresar que un lazo no se puede romper: «Tú y yo somos indisolubles / somo uno».
Por otro lado podemos listar los sinónimos pertenecientes a la acepción de inmutable que hace referencia a lo inmutable, o sea, a lo que no cambia: inalterable, invariable, permanente y perenne. En este caso podemos pensar en un contrato que se considera indisoluble, ya que no puede romperse; dependiendo del contexto y del punto de vista, también puede calificarse de inalterable, permanente o invariable.
Como podemos notar a lo largo de las diferentes acepciones y de los sinónimos, existen ideas que se repiten, como ser la firmeza, la estabilidad, la constancia en la formación o en una sustancia, que no cambian ni sufren la alteración de sus partes.