Se denomina logograma al signo que, por sí solo, puede representar un significado. Lo habitual es que el logograma permita la representación de una palabra.
Unidad mínima de escritura
Puede decirse que un logograma es un grafema: la unidad mínima de escritura de una cierta lengua. Los grafemas no pueden dividirse: en el alfabeto romano (también conocido como alfabeto latino), por lo tanto, equivalen a las letras.
Los logogramas representan morfemas, lexemas o, como ya dijimos, palabras. De esta manera se diferencian de los ideogramas y los pictogramas, por ejemplo.
La clave de los logogramas está en el uso de elementos visuales. No apelan a segmentar fonemas (como ocurre con los alfabetos), sino que ordenan los componentes visuales de diversas formas para producir el significado. A nivel general, resulta simple deducir o recordar qué significa un logograma; además, dadas sus características, distintas lenguas pueden compartir logogramas similares.
Caracteres chinos
Los caracteres que se utilizan en la escritura china suelen ser mencionados como logogramas. Nacieron a partir de una relación icónica con aquello que designan y luego, con el paso de los años, se estilizaron y se adaptaron a convenciones.
Lo que hacen estos logogramas chinos es remitir a un significado (presente en la lengua), el cual se encarga de señalar una realidad extralingüística. Por lo tanto, el logograma no representa al objeto directamente.
Pese a la simpleza que puede suponer comprender los logogramas, sus propias características hacen que existan numerosos signos. Se necesita una enorme cantidad de logogramas para plasmar una idea por escrito, por lo cual el aprendizaje de la lengua en cuestión resulta muy complejo.
También es común en los caracteres chinos que se compongan de más de un elemento, es decir, de otros logogramas que, en muchos casos, pueden ser usados por sí solos para expresar otros conceptos. La complejidad aumenta cuando tan sólo algunos de ellos hacen referencia al significado mientras que los demás sirven para indicar la pronunciación. De esta manera, podemos pensar que una mitad señala el tema (como puede ser el «agua» en el caso de verbos como «nadar » o «mojar») y la otra, la pronunciación haciendo uso de un carácter que no se relacione directamente con la palabra en cuestión.
Logogramas y fonogramas
En algunos sistemas de escritura que se apoyan en los fonogramas podemos encontrar logogramas, a pesar de que ambos conceptos tengan significados diferentes. Los fonogramas son caracteres escritos que se usan para representar uno o más fonemas, como ser las letras de nuestro alfabeto o incluso los signos propios del idioma japonés, que se dividen en dos silabarios: uno para sus propias palabras, y otro para las que tomaron de otras lenguas.
Dicho esto, debemos añadir que la diferencia principal entre un fonograma y un logograma es que el primero sirve para transcribir un sonido de forma arbitraria. Por ejemplo, nuestra vocal «i» es un fonograma si se usa para la representación del sonido [i], el mismo que encontramos en el verbo vivir. Recordemos que el logograma apela a elementos gráficos para evocar un significado.
Volviendo a la combinación de ambos tipos de caracteres, en nuestro alfabeto encontramos más de un ejemplo, a pesar que de su base sea la fonografía. Comencemos por los números, que se incluyen en nuestro sistema de escritura pero son logogramas, y no fonogramas. Lo mismo ocurre con signos tales como el ampersand (&) y el tanto por ciento (%). Cabe mencionar que el primero se usa sobre todo en la lengua inglesa, pero lo entendemos como un sinónimo de la conjunción y, ya que estamos acostumbrados a verlo en frases donde se listan dos elementos.