Mejora es un concepto que procede del verbo mejorar. Esta acción (mejorar) alude a pasar a una condición o un estado más favorable que el precedente.
Puede decirse que la mejora supone un avance gracias a una renovación, una actualización o una optimización. De esta forma, se logra un cambio positivo que permite ganar eficiencia, eficacia o velocidad, permite una reducción de errores o propicia una simplificación, por mencionar algunas posibilidades.
La mejora como filosofía
Puede entenderse la mejora como una filosofía o una forma de vida. Tratar de mejorar (es decir, de lograr una mejora) implica actuar en pos del progreso y el desarrollo. La mejora, en este sentido, es tanto un medio como un fin.
Hay mejoras que son concretas y que se plasman a través de cambios específicos. Duplicar la cantidad de memoria RAM que tiene una computadora (ordenador) supone una mejora que se logra de forma automática y que posibilita la potenciación del equipo.
En otros casos, la mejora es más difícil de precisar o medir. Cuando una persona estudia y aprende, ya sea a nivel académico o informal, alcanza un enriquecimiento interno, adquiere destrezas y logra una evolución. Ese crecimiento que otorga la capacitación o la formación, de todos modos, es intangible y sus beneficios o ventajas incluso pueden no apreciarse en el presente o en el corto plazo.
El concepto en organizaciones
El concepto de mejoramiento continuo tiene una gran relevancia en el ámbito corporativo. Cada vez más empresas se dedican permanentemente a examinar sus procesos para, gracias a esa revisión constante, detectar cómo minimizar fallos y aumentar la competitividad o productividad.
Apostando por la mejora continua, las compañías establecen una política de calidad que deriva en un mayor rendimiento y en un incremento de valor. Estas prácticas incluyen la puesta en marcha de cada modificación, corrección o ajuste que sea necesario para la adaptación a los cambios de mercado.
Estrategias de mejora continua
Existen diversas estrategias que apuntan a la mejora continua de procesos. Cada una ofrece una metodología o un modelo de gestión diferente para el perfeccionamiento y la búsqueda de excelencia:
- Kaizen: Involucra a la totalidad de los miembros de la organización y exige el desarrollo de acciones simples y concretas para eliminar excedentes y desperdicios.
- Six Sigma: Pretende minimizar la variabilidad de los procesos, centrándose en la optimización de cada una de sus fases para prevenir y eliminar defectos.
- Kanban: Fomenta el uso de tarjetas para facilitar la reposición de materiales y gestionar el stock.
- JIT (Just in Time o, en nuestro idioma, Justo a Tiempo): Impulsa un recorte de los costos al reducir el almacenamiento y los traslados al mínimo posible.
El término aplicado a una ciudad
Es habitual que se hable de la mejora de una ciudad. En estos casos, la noción se vincula a las políticas que se ejecutan para una reconfiguración y revalorización del espacio público en pos de dotar a los ciudadanos de un mayor bienestar.
Una ciudad mejora cuando se trabaja para la superación de las problemáticas que afectan a sus habitantes. Ese mejoramiento puede incluir la recuperación de zonas abandonadas, la expansión de áreas verdes y la ampliación de servicios públicos, por ejemplo.
Tomemos el caso de una urbe cuya zona sur exhibe una urbanización sin planificación, con construcciones precarias y problemas de transporte. Un plan de mejora podría incluir un programa habitacional para la construcción de edificios modernos, el desarrollo de parques y la extensión del metro o subte para que llegue a la región.
Cuidar la sostenibilidad también debe estar contemplado en la mejora urbana. Las medidas tienen que ser positivas en el presente y, a su vez, no comprometer el progreso de las generaciones futuras.
La mejora personal
Puede decirse que todos los individuos aspiran a mejorar. Sin embargo, lo que implica esa mejora varía según cada persona. Puede asociarse la idea a una transformación interna para ser más feliz, a una reinvención en el plano laboral o a una revisión de las conductas para actuar de acuerdo a valores morales.
Si tomamos la acepción más simbólica o profunda del término y pensamos en una mejora general, la persona deberá llevar a cabo una autoevaluación para determinar qué es aquello que necesita o desea modificar. El siguiente paso en un proceso de mejora personal será establecer objetivos y considerar qué se hará para alcanzarlos.
Con el plan de acción en marcha, es importante prestar atención al progreso. Ese análisis indicará qué tan cerca esta el sujeto de llegar a la meta que se había planteado.
Supongamos que un joven aspira a una mejora en su trabajo. Con dicho estímulo, empieza a tomar varios cursos y busca conversar con empleados más experimentados para conocer sus experiencias y aprender de ellas. La profesionalización que logra con su nueva capacitación y la actitud positiva que demuestra hace que, tiempo después, logre un ascenso. Por lo tanto, el muchacho en cuestión pudo concretar la mejora deseada.