
El mentoring puede contribuir a una redirección profesional.
El mentoring es un proceso que se desarrolla a partir de la interacción entre alguien experimentado (el mentor) y un individuo que aspira a aprender (el aprendiz, mentorizado o mentee). Se trata de una metodología de enseñanza y aprendizaje basada en la observación, la escucha y la práctica.
La clave de la mentoría se encuentra en el vínculo entre el mentor y el mentorizado. Dicha relación tiene que basarse en la confianza: el guía debe reconocer las necesidades del discípulo y alentarlo para que pueda superar los desafíos y explotar su potencial; aquel que aprende, en tanto, tiene que creer en la capacidad y el saber de su tutor.


Características del mentoring
Antes de avanzar es importante indicar que mentoring y mentoría son palabras que no forman parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE). En cambio, sí aparece el término mentor, referente a un maestro o consejero. La etimología remite a Méntōr, el personaje que aconsejaba a Telémaco en la Odisea de Homero.
El mentoring implica una transmisión de conocimientos. El mentor está dispuesto a enseñarle al mentorizado todo aquello que aprendió en su ámbito, de manera tal que éste pueda avanzar en su crecimiento personal y su desarrollo profesional.
La tutoría que se brinda a través de un programa de mentoría es sobre todo práctica. El mentor ofrece una orientación para que el mentorizado actúe y vaya fortaleciendo sus competencias. Hay una supervisión y una evaluación del desempeño por parte del mentor, con un feedback y una retroalimentación constructiva en las sesiones de mentoría.
El rol del mentor, por lo tanto, consiste en propiciar esa transferencia de conocimientos para apoyar e impulsar el crecimiento profesional de su discípulo. El rol del mentee, en tanto, consiste en aceptar esa instrucción y ese asesoramiento con responsabilidad y compromiso para el desarrollo de habilidades y aptitudes que le permitan superar desafíos y alcanzar las metas planteadas.

Las habilidades de comunicación son importantes en el mentoring.
Diferencias con el coaching
Muchas veces el mentoring se confunde con el coaching. Sin embargo, ambas estrategias no son iguales.
El mentoring es continuo, generalmente informal y a largo plazo. El coaching, en cambio, se ejecuta en un plazo preestablecido con objetivos específicos.
Por otra parte, el mentor se presenta como un guía que aconseja desde sus vivencias, mientras que el coach busca contribuir a que el coachee encuentre por su cuenta las respuestas que necesita.
Ventajas del mentoring
El mentoring aporta múltiples beneficios. La asesoría contribuye a la capacitación integral de la persona, tanto para un aprendizaje de habilidades técnicas como para la formación en habilidades blandas. El mentor, gracias a su experiencia, se erige como un modelo a seguir.
Para el aprendiz, el mentoring supone la oportunidad de acceder a una red de contactos que puede serle de utilidad para cumplir sus objetivos profesionales. No puede obviarse que el mentoring también favorece al mentor, quien desarrolla su liderazgo, acrecienta su reputación y puede mejorar diversas aptitudes gracias al aprendizaje colaborativo.
La empresa, asimismo, obtiene ventajas por mentoring ya que el proceso aporta bienestar al clima laboral, fortalece la cultura organizacional y permite establecer un plan de sucesión con la formación de nuevos líderes.

El mentoring potencia las fortalezas del aprendiz y mejora su empleabilidad.
Obstáculos frecuentes
El desarrollo del proceso de mentoring puede encontrarse con distintas barreras que dificultan su avance. La ausencia de compromiso, en este marco, es un obstáculo habitual.
En ocasiones, hay una deficiencia en la planificación estratégica con metas poco claras. Además puede darse un planteamiento de objetivos imposibles de alcanzar.
La reticencia a cambiar en el caso del mentoree y un mentor que no lleva a cabo el seguimiento como corresponde son otras complicaciones que aparecen con frecuencia en el mentoring.
Tipos de mentoring
El mentoring puede clasificarse de múltiples formas. El mentoring para empleados es el más habitual, siendo impulsado en el interior de las compañías. No obstante, también existe el mentoring para empresarios, el mentoring para emprendedores y el mentoring personal.
Además puede diferenciarse entre el mentoring individual (un aprendiz interactúa con un instructor en sesiones uno a uno), el mentoring grupal (un mentor guía a varias personas) y el mentoring bidireccional o entre pares (en este caso, hay dos participantes que intercambian sus roles a lo largo del proceso para complementarse).
Otra categorización alude al mentoring formal (basado en un programa predeterminado con políticas y normas claras) y el mentoring informal (en el cual el mentor y el mentee acuerdan los criterios).
Aptitudes del mentor
Que el mentoring sea útil y contribuya con éxito al desarrollo de talento depende, sobre todo, del trabajo del mentor. Este consejero debe contar con las habilidades interpersonales necesarias para llevar a cabo la dirección del proceso.
El mentor tiene saber cómo aprovechar toda su experiencia laboral para transmitir sus conocimientos y vivencias al mentorizado. Resulta relevante, en este marco, que identifique las áreas de mejora sobre las cuales se trabajará.
Definir correctamente las estrategias de aprendizaje y realizar la planificación de objetivos y el establecimiento de metas de la manera adecuada son otras misiones del mentor, quien también tiene que estar preparado para mantener la motivación del mentee a lo largo de su formación.
Maya Angelou para Oprah Winfrey y Warren Buffett para Bill Gates son ejemplos de mentores que, interviniendo en distintos ámbitos y de diferentes formas, contaron con la capacidad necesaria para que sus discípulos se potencien al máximo.