Un meteorito es un resto de un cuerpo celeste que impacta contra la Tierra u otro astro.
Los meteoritos son restos de cuerpos celestes que impactan sobre la Tierra o sobre cualquier otro astro. Estos fragmentos llegan a la superficie ya que, al atravesar la atmósfera, no se desintegran totalmente.
Es importante no confundir entre meteorito y meteoro. Un meteoro es un fenómeno atmosférico que puede tener diferentes características: la luminosidad que genera el meteorito cuando se va desintegrando forma parte de los meteoros. Pero el meteorito en sí mismo es el elemento sólido que cae del cielo.
TemasTipos de meteoritos
Se puede distinguir entre diversas clases de meteoritos. Los meteoritos pedregosos o rocosos se componen sobre todo de minerales de silicato y se dividen en acondritas (que sufrieron procesos de fusión y se diferenciaron del asteroide o planeta de origen) y condritas (que no registraron procesos de fusión ni se diferenciaron del cuerpo del que provienen).
Los meteoritos metálicos, por su parte, tienen el hierro y el níquel como componentes principales. Finalmente encontramos los meteoritos pedregoso-metálicos, con materiales rocosos y metales.
Cuando el cuerpo celeste no se desintegra totalmente al entrar a la atmósfera, se transforma en un meteorito que llega a la superficie.
Las acondritas y las condritas
El término acondritas es femenino y se trata de meteoritos parecidos a rocas ígneas. Aproximadamente el 7,1 por ciento de los que llegan a nuestro planeta por año son de este tipo. La fusión y diferenciación que sufren se produce a causa de un cambio en su temperatura que forma magmas y lleva los materiales de mayor densidad al centro del cuerpo, dejando los demás en las superficiales.
El uso de la palabra acondrita data de finales del siglo XIX, y fue el mineralogista austríaco Maria Aristides Brezina quien lo acuñó para hacer referencia a los meteoritos rocosos que no tenían cóndrulos, esferas de un tamaño submilimétrico que se componen de varios minerales y que en una condrita son muy comunes.
Las condritas, que también pueden ser llamadas condritos, en masculino, se encuentran en un número considerablemente mayor que las acondritas: más del 85 por ciento de los meteoritos que caen en la Tierra. El estudio de las condritas es fundamental para entender el origen y la antigüedad del sistema solar, la existencia del agua en nuestro planeta, el origen de la vida y la síntesis de los compuestos orgánicos.
Los meteoritos metálicos
Con respecto a los meteoritos metálicos, otros nombres que reciben son holosideritos, sideritos, meteoritos ferrosos y meteoritos férricos. En general, con sus compuestos forman aleaciones que se denominan taenita y kamacita. Se estima que estos meteoritos provienen de los núcleos de los asteroides que luego de un impacto fueron destruidos.
Los meteoritos metálicos son muy grandes y densos: entre todos los que se han recolectado, el peso es superior a las 500 toneladas, casi un 90 por ciento de la masa total de los meteoritos que se conocen. Nótese que, por otro lado, los metálicos solamente representan un 5,7 por ciento de los que caen en la Tierra.
Por último se encuentran los meteoritos pedregoso-metálicos, que también se denominan litosideritos, meteoritos mixtos o siderolitos. Se diferencian de los anteriores porque poseen metales y rocas silicatadas en igual proporción. Son los más raros, ya que representan un 1,8 por ciento de los que caen en la Tierra.
La llegada a la Tierra
Por lo general, los cuerpos celestes no llegan como meteoritos a la Tierra ya que se disgregan al ingresar a la atmósfera. Los cálculos científicos indican que cerca de un centenar de meteoritos caen en el planeta cada año, aunque unos pocos tienen el tamaño suficiente para generar un cráter al impactar contra el suelo. Por eso solo algunos meteoritos terminan siendo detectados y recuperados.
El meteorito de mayor peso y tamaño que existe en la Tierra es el Hoba, caído hace unos 80 000 años en el territorio que actualmente forma parte de Namibia. Fue descubierto en 1920 y se estima que pesa 66 toneladas.
