Se llama monosacárido al azúcar que no puede descomponerse en otro de mayor simpleza mediante hidrólisis. Para comprender con precisión qué es un monosacárido, por lo tanto, primero hay que tener en claro a qué aluden ciertos términos.
Los azúcares son carbohidratos (también llamados hidratos de carbono o glúcidos). Se trata de sustancias cristalinas solubles en el agua que se caracterizan por su dulzor y por presentar una tonalidad blanquecina en estado puro.
La hidrólisis o hidrolisis, por otra parte, es el proceso de desdoblamiento de una molécula que se lleva a cabo por intermedio del agua. Aquella molécula sometida a hidrólisis se fragmenta en unidades de menor complejidad.
Propiedades de un monosacárido
Retomando la idea de monosacárido, son hidratos de carbono que, al ser sometidos a una hidrólisis, no se descomponen. Conocidos como azúcares simples, están considerados como los carbohidratos más sencillos.
Un monosacárido dispone de entre tres y siete átomos de carbono. Uno de esos átomos se une a un grupo carbonilo, mientras que todos los restantes se vinculan a un grupo alcohol.
Los monosacáridos son monómeros (moléculas con una masa molecular reducida). La unión de varios monosacáridos en un proceso de polimerización da lugar a los polímeros nombrados como polisacáridos.
Otras características
Otra de las características de los monosacáridos es que su cadena carbonada no se ramifica, y que tan sólo uno de sus diversos átomos de carbono no tiene en su contenido un grupo alcohol. Se entiende por cadena carbonada el esqueleto de casi cualquier compuesto orgánico; consiste en un grupo de átomos de carbono de unión covalente carbono-carbono, a la cual pueden agregarse o unirse más átomos, como ser de nitrógeno, oxígeno o hidrógeno.
Como se menciona más arriba, el átomo diferente al resto se une a un grupo carbonilo, un concepto que también se conoce como grupo funcional carbonílico y se trata de un grupo funcional formado por un átomo de carbono y uno de oxígeno, unidos por un doble enlace.
Si el grupo carbonilo se encuentra en la punta de la cadena, entonces se habla de grupo aldehído y el monosacárido se denomina aldosa. En cambio, cuando el carbono se encuentra en otra posición, se llama cetona y el monosacárido, cetosa.
Los monosacáridos son azúcares reductores
Como regla general, podemos decir que los monosacáridos son azúcares reductores, porque tienen como mínimo un hidroxilo hemiacetálico libre. Por esta razón, ante las pruebas como las reacciones de Maillard o Benedict, o con los reactivos de Fehling o Tollens dan siempre positivo.
Para expresar esta característica de los monosacáridos también se puede afirmar que tienen equilibrio con la forma abierta, mutarrotación o que forma osazonas. Los nombres que reciben las aldosas según su cantidad de átomos es, comenzando por las de tres y llegando a las de seis, son los siguientes: triosas, tetrosas, pentosas y hexosas.
Así como los disacáridos, una clase de glúcidos que se forman cuando se unen dos monosacáridos por un enlace O-glucosídico, los monosacáridos son dulces, cristalinos e hidrosolubles. Todos los simples tienen al menos un carbono asimétrico. El gliceraldehído es el más sencillo; dado su centro de asimetría, pueden formarse dos isómeros, el D o el L.
El modo para distinguir estos dos isómeros consiste en la representación de su fórmula en proyección de Fischer y prestar atención al penúltimo carbono, el asimétrico menos próximo al grupo funcional.
La glucosa y otros ejemplos
La glucosa es el monosacárido más conocido. Esta sustancia se halla presente en la miel y en las frutas, por ejemplo. La oxidación catabólica de dicho monosacárido proporciona energía a las células de los seres vivos.
La fructosa, la galactosa, la altrosa y la eritrosa son otros monosacáridos, cada uno con sus características y propiedades distintivas.