Lo primero que vamos a hacer antes de entrar de lleno en el significado del término neurotransmisor es conocer el origen etimológico del mismo. En concreto, tenemos que establecer que es el resultado de la unión de dos componentes léxicos de distintas lenguas:
-El sustantivo griego “neuro”, que puede traducirse como “nervio”.
-El vocablo del latín “transmissor”, que es equivalente a “el que manda de un lado a otro”.
Un neurotransmisor es un elemento capaz de transmitir impulsos en el marco de la sinapsis nerviosa. Dicho de otro modo: los neurotransmisores posibilitan la conexión que el axón de una neurona establece con la dendrita de otra neurona, generándose la sinapsis.
También llamado neuromediadores, los neurotransmisores son biomoléculas que se hallan en el interior de las neuronas. Esas sustancias son secretadas por las vesículas sinápticas, que se ubican en la membrana plasmática de la punta de los axones.
Las vesículas sinápticas, por lo tanto, almacenan los neurotransmisores que fueron sintetizados en el soma neuronal o en terminaciones nerviosas. Mediante la exocitosis, estos neurotransmisores son liberados cuando llega el impulso nervioso, desencadenándose la respuesta. Una vez cumplida su función, los neurotransmisores vuelven a quedar inactivos mediante su reabsorción en las membranas o a través de una degradación de tipo químico.
Es importante tener en cuenta que la descarga del neurotransmisor se produce cuando el impulso nervioso alcanza el extremo de los axones. La neurona presináptica es aquella que se encarga de la liberación del neurotransmisor, mientras que la neurona postsináptica recibe la señal. Estas neuronas postsinápticas son inhibidas o estimuladas, según el caso.
La serotonina, la noradrenalina, la dopamina, el glutamato y la glicina son algunos de los neurotransmisores más importantes. Debido a que, ante la falta de neurotransmisores, no es posible la conexión química que se establece entre las neuronas, los trastornos con estas sustancias provocan diversos desórdenes.
El exceso o la insuficiencia de un neurotransmisor, en este marco, pueden generar diferentes problemas en el organismo. Con fármacos, por ejemplo, es posible estimular la producción en caso de ser necesario.
La serotonina citada es fundamental en funciones tales como controlar la temperatura corporal, incrementar o reducir el apetito sexual e incluso regular la ansiedad. Por otro lado, la noradrenalina funciona como hormona del estrés y la dopamina es la que permite la coordinación del movimiento del cuerpo.
El glutamato, en su caso, ejerce funciones tan importantes como la regulación de las emociones y el control de la memoria. La glicina, por su parte, es un aminoácido que es clave en la regulación de los movimientos motores.
Además de los citados, otros neurotransmisores importantes son los siguientes:
-La adrenalina, que ejerce un papel fundamental cuando estamos en situaciones de estrés. Así, en esos casos acelera el ritmo cardíaco o dilata las pupilas, por ejemplo.
-La GABA (Ácido Gamma Aminobutírico) ejerce labores tranquilizantes. De ahí que alteraciones en este neurotransmisor pueden traer consigo problemas tales como insomnio, depresión e incluso ansiedad.
-La histamina, por su parte, desarrolla un papel clave en lo que es la regulación del sueño e incluso en la gestión de los niveles de ansiedad, por ejemplo.