La nostalgia es una tristeza melancólica que surge por el recuerdo de una pérdida. Suele experimentarse cuando una persona está ausente de su patria y extraña a su gente. También se siente nostalgia por los seres queridos ya fallecidos.
A la hora de poder determinar el origen etimológico de esta palabra, tenemos que establecer que se encuentra en el griego. Así, es fruto de la suma de dos vocablos de dicha lengua: nostos, que puede traducirse como «regreso», y algos, que es sinónimo de «dolor«.
Nostalgia tras una mudanza
Cuando se habla de nostalgia se hace especial referencia a la que experimentan la mayoría de las personas que, por motivos laborales o personales, se ven en la necesidad de dejar sus ciudades y países para marcharse a emprender una nueva vida en una nación diferente.
En ese caso, sienten nostalgia de su tierra, de su familia, de su hogar o de sus amigos. Una pena y tristeza que en España es comúnmente conocida como morriña. Esta palabra es un término gallego que al final ha conseguido ser utilizado de manera general por todos los hablantes del castellano.
Anhelo del pasado
Los psicólogos afirman que la nostalgia expresa un anhelo del pasado que suele ser poco realista ya que se encuentra idealizado. Esto quiere decir que el sujeto siente nostalgia por algo que nunca es del todo real. Por ejemplo: si una persona siente nostalgia por su niñez, sus recuerdos sólo contemplan los buenos momentos y excluyen las penas de aquella época.
La nostalgia puede definirse como la pena que se siente por algo que se ha tenido y que, en la actualidad, ya no se tiene. Una especie de nostalgia compartida a nivel social es aquella que expresa que todo tiempo pasado fue mejor. Muchas personas sostienen que, tiempo atrás, el hombre tenía una mejor calidad vital, aun cuando eso, si se miden indicadores objetivos (como la expectativa de vida o las condiciones laborales), sea falso.
En la actualidad no se considera que la nostalgia sea una enfermedad o un trastorno psicológico, sino un sentimiento común de melancolía que experimentan las personas en ciertos momentos. Sin embargo, la nostalgia puede estar asociada a manifestaciones físicas cuando se mantiene en el tiempo y se refleja en dolores estomacales o una opresión en el pecho.
Algunos pensadores sostienen que la nostalgia surge por el deseo del hombre de superar la finitud y la temporalidad para revivir las instancias felices de su existencia y eternizarlas.
La nostalgia en el arte
Dado el conjunto de sentimientos y de emociones que lleva intrínsecamente guardada la nostalgia, ella ha sido el objeto de un sinfín de canciones a lo largo de la historia de la música. Entre las más significativas podríamos destacar la que lleva por título “Nostalgias”. Se trata de un tango escrito en 1936 por Enrique Cadícamo que se convirtió en una de las piezas que más identificó a lo largo de toda su carrera al cantante Carlos Gardel.
No obstante, tampoco hay que pasar por alto la existencia de otro importante número de artistas a nivel internacional que no han dudado en rendir su arte a la nostalgia. Así, entre los que también poseen canciones con este título destacaríamos a Rocío Dúrcal, Andrés Calamaro, Francisco Céspedes y Dyango.
Más allá de la música, la nostalgia también aparece en la literatura, sobre todo en la poesía. El uruguayo Mario Benedetti, por ejemplo, escribió un poema titulado «Nostalgia».
Esta emoción, por supuesto, fue analizada por distintos psicólogos en libros donde explican cómo se produce y sus alcances. Estos trabajos tienen generalmente la finalidad de ayudar a las personas a entender y sobrellevar esta experiencia: si la nostalgia es persistente o muy profunda, puede derivar en trastornos emocionales que requieran de tratamiento, con lo cual nunca debe subestimarse.
Algunos ejemplos
Podemos encontrar ejemplos de nostalgia en muchas situaciones que atravesamos todas las personas. Es habitual que un adulto se ponga nostálgico cuando se acuerda de su infancia; hay una añoranza de aquellos días de alegría y juegos.
La nostalgia también surge cuando ciertos sabores y aromas traen a la memoria platos que preparaban las abuelas o las madres. Una persona que come pastel de papas luego de muchos años puede recordar con afecto la receta que elaboraba su mamá.
Observar álbumes de fotografías familiares, leer cartas del primer amor o ver imágenes de una reunión de amigos de la escuela son otras situaciones que suelen dar nostalgia.
Como ya indicamos la nostalgia remite a tiempos felices y deja de lado los momentos tristes. Quien recuerda su infancia con emoción, no tiene en cuenta que en aquella etapa también atravesó instantes difíciles (como burlas en la escuela, una pelea con un amigo o un distanciamiento familiar).