Observatorio es el lugar o la instalación que se equipa adecuadamente para investigar, examinar y registrar elementos, objetos, situaciones y hechos de índole social, natural o astronómica.
Esta clase de centro nació hace mucho tiempo con el propósito de observar y estudiar fenómenos atmosféricos o astronómicos. Se valen de él los expertos en climatología, vulcanología, geología, astronomía y meteorología, entre otras ciencias y ramas.
Con el correr de los años, sin embargo, el concepto de observatorio se extendió y fue aplicándose en diferentes disciplinas y áreas para denominar a iniciativas o espacios que se ocupan de recopilar información temática y monitorear, por ejemplo, la realidad laboral y el funcionamiento de los medios de comunicación dentro de un determinado país.
Tipos de observatorio
En distintos rincones del planeta pueden encontrarse observatorios de características y finalidades distintas.
El observatorio meteorológico, por citar un caso específico, está preparado con tecnología, instrumentos y personal capacitado para evaluar variables y realizar una predicción del tiempo con el menor margen de error posible, estudiar el clima y trabajar con datos para poder pronosticar cómo serán las condiciones meteorológicas y qué fenómenos se podrán ir desencadenando a corto plazo en cada ciudad y provincia de un determinado territorio.
Un observatorio radioastronómico, como los que hay en Nuevo México (Estados Unidos) y en Sudáfrica, entre muchos otros lugares del mundo, cuenta con telescopios y recursos modernos indispensables para investigar la Vía Láctea, por ejemplo. Cabe resaltar que, al momento de hacer foco en el estudio de galaxias, estrellas y planetas, es de suma importancia el funcionamiento de una sonda espacial o satélite artificial, un dispositivo u objeto comúnmente llamado telescopio u observatorio espacial.
De centrar la atención en un observatorio de rayos gamma (como lo es el High Altitude Water Cherenkov que se sitúa en México), por otra parte, saldrán a la luz datos relacionados a métodos y detectores de extrema sensibilidad orientados a descubrir rayos cósmicos o primarios de alta energía o radiación gamma en el universo.
Es enriquecedor, asimismo, saber qué y cómo es un observatorio solar. Seduce, en este marco, instruirse sobre el Complejo Arqueoastronómico de Chankillo, el cual se ubica en Perú y fue incluido por la UNESCO en su listado de Patrimonio Mundial. Allí hay ruinas del que se considera, hasta el momento, el observatorio solar de mayor antigüedad dentro de América.
Equipamiento y recursos esenciales
Los observatorios, más allá de ciertas diferencias entre sí en cuanto a dimensiones, ubicación, fechas de creación y elementos utilizados, se caracterizan por tener equipamientos y recursos esenciales para efectuar descubrimientos y seguimientos a gran escala y con un elevado nivel de precisión.
El reloj astronómico (dispositivo construido para marcar las posiciones relativas de planetas mayores, la luna, las constelaciones y el sol, las épocas de solsticios, etc), por indicar un caso concreto, es trascendental para un observatorio astronómico. Los espectroscopios combinados con telescopios, además, les sirven a los astrónomos para inspeccionar la luz procedente de los astros. También los radiotelescopios equipados con potentes antenas son valiosos para que los científicos puedan rastrear vuelos espaciales no tripulados y detectar ondas de radio provenientes de nebulosas, planetas, galaxias o estrellas, entre otras fuentes de radio astronómicas.
En una estación meteorológica, en cambio, los instrumentos infaltables son los anemómetros, los termómetros, los pluviómetros, los heliógrafos ni los barómetros.
Observatorios más reconocidos
Si bien hay numerosos observatorios desplegados por el mundo, hay un grupo de ellos que, por distintos motivos, ha ido consiguiendo cierta notoriedad.
Entre los observatorios más reconocidos aparece el observatorio meteorológico de Mauna Loa, un referente prestigioso en materia de medición de gases de efecto invernadero, específicamente de dióxido de carbono. Esta instalación cercana al volcán del mismo nombre en la Isla Grande perteneciente a Hawái está a más de tres mil metros de altura considerando el nivel del mar. Es una ubicación ideal para llevar registros precisos sin grandes fenómenos o factores que interfieran en el estudio.
En suelo chileno funciona el observatorio Paranal, de carácter astronómico y dotado con un telescopio de sondeo visible e infrarrojo mediante el cual se ha conseguido la hazaña de localizar, en la zona central de la Vía Láctea, estrellas gigantes envejecidas que oscilan entre una inactividad extensa y ocasionales reacciones explosivas que derivan en el desarrollo de nubes de polvo y humo.
A lo largo de la Historia también fueron surgiendo centros que no tardaron en destacarse y ganar relevancia más allá de las fronteras. El Real Observatorio de Greenwich (que nació como observatorio astronómico por impulso del rey Carlos II de Inglaterra y se transformó en un atractivo turístico que invita a apreciar artefactos y herramientas de relojería, astronomía y navegación) y el observatorio de Arecibo (donde a fines de 2020 se rompió la estructura del poderoso radiotelescopio aprovechado durante décadas por expertos en astronomía radar, ciencias planetarias, radioastronomía y ciencias atmosféricas).