Un obstáculo es una dificultad o un escollo. El término procede del vocablo latino obstacŭlum.
Un problema
El concepto se utiliza de distintas maneras de acuerdo al contexto. A nivel general, puede decirse que un obstáculo es un problema o un inconveniente.
Por ejemplo: “Logré superar muchos obstáculos y finalmente pude graduarme”, “La lesión del capitán del equipo supone un obstáculo para el entrenador a la hora de pensar en la alineación inicial del conjunto”, “Durante todo el año la inflación fue un obstáculo que me impidió alcanzar mis metas financieras”.
Los estudios formales exigen una importante inversión de dinero, tiempo y energía, de manera que se trata de un emprendimiento que generalmente se ve entorpecido por diversos obstáculos. Cuando el capitán de un equipo deportivo no puede participar de un partido importante, el éxito se pone en riesgo. La inflación es un fenómeno de la economía que representa un obstáculo innegable para la vida moderna.
Seriedad del obstáculo
Todas las personas se enfrentan a múltiples obstáculos en su vida cotidiana. Muchos son menores y se superan con facilidad; incluso si no pueden sortearse, no acarrean consecuencias graves. Otros obstáculos, en cambio, pueden causar contrariedades muy serias.
Supongamos que un hombre conduce su automóvil hacia su oficina. En el medio del recorrido, pincha un neumático. Este es un obstáculo que hace que llegue tarde al trabajo, ya que debe cambiar el neumático en cuestión por otro. Sin embargo, no es un obstáculo de gran gravedad porque puede resolverse en unos pocos minutos.
En el deporte
En el ámbito del deporte, se conoce como obstáculos a los estorbos que se instalan en una pista para entorpecer el avance de los competidores. Las carreras con obstáculos, de esta manera, son competencias de atletismo en las cuales los deportistas deben saltar vallas y/o fosas en el menor tiempo posible.
Los recorridos con obstáculos también se utilizan en ciertos planes de entrenamiento. Es habitual que la instrucción militar incluya este tipo de desafíos.
Carreras con obstáculos
Estas carreras se deben realizar a pie, y requieren un entrenamiento muy específico para alcanzar un nivel competitivo. Dado que existen diferentes versiones, debemos mencionar las dos más relevantes: la de 3000 metros y la de 2000 metros. En sus comienzos, no se llevaba a cabo corriendo a pie, sino a caballo, alrededor del siglo XVII. En aquella época, el recorrido unía dos pueblos: el pináculo de cada iglesia se usaba como punto de referencia, ya que se veía con facilidad desde lejos.
Sobra decir que en esta primera versión, los obstáculos eran naturales: desde plantas espinosas hasta ríos, el paisaje presentaba un número suficiente de desafíos a los competidores. Fue recién en el siglo XIX, en Oxford, que la organización cambió y la carrera con obstáculos se aproximó al formato que tiene hoy en día. Volviendo a las distancias antes mencionadas, la carrera de 3000 metros exige la realización de siete saltos, mientras que la de 2000, dos menos. La distribución de estos obstáculos debe ser proporcional, es decir que debe cortar la pista en partes iguales.
Hablando específicamente de los obstáculos, se trata de vallas y una fosa de agua. Para las carreras masculinas, la altura de las vallas debe ser de 91,4 centímetros; para las mujeres, de 76,2 centímetros. Su barra superior debe exhibir franjas de colores contrastantes (se suelen usar el blanco y el negro). El agua debe llegar al ras del suelo. El objetivo es saltar sobre las vallas, ya sea de forma limpia (sin tocarla en absoluto) o apoyando un pie sobre ella, y atravesar la fosa. Si no es posible saltar más allá del final de la fosa, es obligatorio pasar corriendo sobre el agua.
Los atletas pueden ser descalificados si:
* no logran superar una de las vallas;
* pasan por un costado de la fosa;
* pasan un pie o una pierna por debajo de una valla.