La letra que ocupa el último lugar del abecedario griego recibe el nombre de omega. Se trata, por lo tanto, del símbolo que se sitúa en la 24º posición de dicho abecedario.
Omega tiene una forma similar a la O, aunque con una abertura en su parte inferior. Su nombre podría entenderse como “O grande”, lo que sitúa a esta letra como contrapuesta de ómicron (“O pequeña”, la 15º letra del alfabeto griego).
Usos de la letra omega
La letra omega suele utilizarse como símbolo en diversos ámbitos, tanto en su versión mayúscula como en minúscula. La resistencia eléctrica, la frecuencia angular y la velocidad angular en la física, por ejemplo, se simbolizan a través de esta letra.
Al ser la última letra en el orden del alfabeto griego, omega también permite designar de manera simbólica el final de algo; así como alfa representa el principio. En la religión católica, se dice que Jesucristo es “el alfa y el omega”, ya que es el comienzo y el fin de todas las cosas.
Dentro del campo de la bioquímica, la noción de omega hace referencia a la cantidad de carbonos existente a partir del final de una cadena de tipo alifática. Los ácidos calificados como omega 3, en este sentido, son aquellos que cuentan con tres carbonos desde el final de la cadena y antes del doble enlace correspondiente.
Un tipo de ácido graso
Los ácidos omega 3, abundantes en las nueces, el atún y otros alimentos, ayudan al desarrollo cerebral y reducen la posibilidad de enfermedad cardiovascular, entre otros beneficios para quienes los consume.
Los ácidos grasos omega 3 son no pueden ser producidos por el organismo humano a partir de la sintetización por lo que no ingerirlos a través de los alimentos, es asegurarse su carencia en nuestro cuerpo. Las fuentes vegetales abundantes en este ingrediente son las semillas de lino, inchi, chía; así como también los frutos secos, sobre todo las nueces y las castañas.
Ingerir una alta cantidad de ácidos grasos omega 3 es sumamente beneficioso para la sangre ya que colabora considerablemente con la coagulación lo cual evita la aparición de enfermedades vasculares o sanguíneas. Por otro lado, es un ingrediente que puede traer altos beneficios para el funcionamiento de nuestro cerebro, y e altas cantidades podría provocar la disminución de riesgo a contraer ciertas enfermedades, tales como la depresión o el estrés.
Problemas por la falta de omega 3
La falta de omega 3 en nuestra dieta puede traernos algunos inconvenientes en la salud. Entre ellos podemos citar problemas en el funcionamiento de nuestro cerebro (problemas para concentrarnos y recordar las cosas), déficit en nuestro sistema inmune (el cuerpo se vuelve más propenso a contraer enfermedades), problemas cardiovasculares y de colesterol negativo (por lo que ya hemos explicado). Así mismo las personas que no consumen una buena dosis de omega 3 tienden a manifestar cambios bruscos de humor y a volverse depresivas ya que este ácido graso influye profundamente en todas las funciones ligadas al cerebro. También aparecen síntomas superficiales como sequedad en el cabello y la piel, eczemas por falta de un antioxidante fundamental para proteger las células del cuerpo.
El ácido omega 3, por lo que podrás notar, es fundamental para mantener un cuerpo sano, por lo que te recomendamos que no dejes de ingerir aquellos alimentos que pueden proveerte de él; debes saber que existen muchísimas fuentes vegetales de las que adquirirlo por lo que si llevamos una dieta vegetariana igualmente podemos acceder a alimentos ricos en omega 3.