Movimiento de rotación
La precesión es un movimiento de rotación: es decir, un movimiento que realiza un cuerpo en torno a un eje. Se llama eje, a su vez, a la pieza que atraviesa un objeto giratorio, dotándolo de sostén mientras se mueve.
La precesión, en este marco, se asocia a un cambio de dirección que registra el eje instantáneo de rotación del cuerpo. Dicho de otro modo, es una variación en la dirección del eje de rotación.
Todos los objetos que giran sobre sí mismos y, a la vez, se desplazan en un campo gravitatorio, realizan una precesión. Así como desarrolla movimientos de traslación y rotación, el planeta Tierra también lleva adelante la precesión. Este tercer movimiento implica la rotación del eje terrestre alrededor de la vertical a la eclíptica (círculo que se forma a partir de la intersección del plano de la órbita del planeta con la esfera celeste).
Debido a la precesión terrestre, las coordenadas de las estrellas cambian con el paso del tiempo (con lo cual el panorama de las estrellas que observamos en el firmamento va variando, aunque muy lentamente). Es importante destacar que la precesión es un fenómeno gradual que no es perceptible en el transcurso de una vida humana. Sin embargo, a lo largo de miles de años, tiene un impacto significativo en la posición relativa de los equinoccios y las estaciones del año.
Precesión de los equinoccios
La precesión de los equinoccios es un fenómeno astronómico que se refiere al cambio lento y gradual en la orientación del eje de rotación de la Tierra a lo largo de un período de tiempo extenso. Este fenómeno se debe a varias influencias, incluida la gravitacional de la Luna y el Sol sobre el achatamiento del ecuador terrestre y la forma del planeta.
La Tierra no es un objeto perfectamente esférico y está sujeta a fuerzas gravitacionales desiguales. Estas fuerzas ejercidas por la Luna y el Sol hacen que la Tierra se deforme ligeramente, lo que a su vez afecta a su eje de rotación. Como resultado, éste describe un movimiento circular lento a lo largo de un período de aproximadamente 26 000 años.
Este movimiento de precesión tiene consecuencias importantes en la astronomía y en los ciclos estacionales de la Tierra. Una de las manifestaciones más conocidas de la precesión es el cambio gradual de la posición de los equinoccios a lo largo del tiempo. Éstos ocurren dos veces al año, cuando la duración del día y la noche son iguales en todo el mundo. El de primavera y el de otoño marcan el comienzo de las estaciones que les dan sus nombres, en el hemisferio norte y sur, respectivamente.
Debido a la precesión, la posición de los equinoccios se desplaza lentamente en relación con las constelaciones del zodiaco. Hace unos 2000 años, el equinoccio de primavera ocurrió cerca de la constelación de Aries, lo que llevó a la denominación de la «Era de Aries». Sin embargo, debido al movimiento de precesión, actualmente el equinoccio de primavera ocurre cerca de la constelación de Piscis, lo que ha llevado a la denominación de la «Era de Piscis». En el futuro, se moverá hacia la constelación de Acuario, dando lugar a la denominada «Era de Acuario».
En retórica
La precesión en el contexto de la retórica se refiere a una figura retórica que implica el cambio de orden o secuencia de elementos en una serie de palabras o frases. También se conoce como transposición. El orden normal o esperado de las palabras se altera intencionalmente para lograr un efecto estilístico o enfatizar ciertos aspectos del discurso.
La precesión se utiliza para romper con la estructura convencional de la oración y generar impacto o sorpresa en el receptor. Al cambiar el orden de los elementos, se resalta uno en particular, lo que puede intensificar su significado o darle mayor énfasis. Esta figura literaria se emplea con frecuencia en poesía y en discursos persuasivos, ya que permite destacar ideas clave y captar la atención del público.