Reality show es una expresión de la lengua inglesa que tiene un uso frecuente en nuestro idioma. El concepto, que puede traducirse como “espectáculo de la realidad” o “demostración de la realidad”, se refiere a un formato televisivo que pretende mostrar sucesos reales que le ocurren a la gente común en un determinado marco.
Una de las características más importantes de un reality show es que sus protagonistas son individuos reales, no personajes de ficción. Las personas que participan de un reality show, en teoría, no son actores, no representan a ningún personaje ni deben seguir un guion o libreto.
Estas personas son reunidas en un mismo espacio físico (una casa, una playa, un bar, etc.) y deben convivir ante las cámaras mientras desarrollan diversas pruebas. Los espectadores, por lo tanto, pueden observar por televisión qué ocurre con dichos sujetos en tiempo real.
Participantes de un reality show
Los participantes de un reality show son elegidos a través de un proceso de selección (casting) por el equipo de producción del programa. Por lo general, los productores intentan escoger personas con diferentes perfiles y temperamentos fuertes, para que surjan conflictos entre ellos que puedan resultar interesantes para los telespectadores.
Lejos de ser un experimento de interés sociológico legítimo, el reality show vende más cuantas más peleas se produzcan entre sus integrantes, cuantos más insultos, amenazas, traiciones y actos de vulgaridad adornen sus emisiones. Los espectadores se sienten atraídos a los conflictos, ya que resultan ideales para escoger un bando, para entablar lazos con uno o más personajes, y entonces apoyarlos a través de los diferentes soportes disponibles, como ser el teléfono e Internet, para evitar que sean expulsados del programa.
«Gran Hermano»
El reality show más famoso del mundo es “Big Brother” (“Gran Hermano”), cuya premisa es muy simple: un grupo de personas son encerradas y aisladas en una casa. Cada día realizan diferentes pruebas que les permiten obtener beneficios. El público, mientras tanto, debe decidir, con su voto, quién continúa en el programa y quién es eliminado. El ganador de “Big Brother” es el concursante que, gracias al público, permanece en la casa por más tiempo.
Existen numerosos programas de televisión que han sido influenciados por “Gran Hermano”, aunque con los años han surgido cada vez más variaciones de la idea original, al punto de cubrir un gran número de posibilidades: el formato de reality show no sólo es apto para ver cómo vive un grupo de personas su día a día, sino también cómo consigue sobrevivir a una serie de desafíos de la naturaleza, cuán diferente es la vida de una familia de celebridades con respecto a la propia, o cuántas razones puede tener una persona para llevar a otra a juicio.
Crecimiento del formato de reality show
Dada la demanda del público, el formato de reality show comenzó una expansión que parece interminable, hasta abarcar un gran número de temáticas, que incluyen el documental, la renovación de casas, las competencias, los juicios en la Corte, la investigación de fenómenos paranormales y el cambio de aspecto para corregir defectos que impedían a los concursantes sentirse bien con ellos mismos. La lista continúa y se ramifica en subcategorías, en parte para satisfacer ciertas cuestiones regionales.
Pero los límites del reality show no se encuentran en el ámbito de la televisión; por el contrario, en Internet podemos observar con claridad los cambios culturales que ha implantado en la sociedad, para alegría de algunos y desgracia de otros. Cualquier persona que desee hacerse su espacio en YouTube, por ejemplo, sabe que uno de los consejos básicos es exponer su vida personal tanto como sea posible; esto atrae más vistas, porque crea la sensación de que se trata de un ser real, de carne y hueso, con problemas como los del resto.