Una refinería es una planta industrial dedicada a la refinación de alguna sustancia. Refinar, por su parte, es la acción que se lleva a cabo para lograr que algo se purifique o se vuelva más fino, dejando de lado residuos y separando ciertas partículas.
Lo habitual es que el concepto haga mención a una refinería de petróleo. El proceso de refinamiento de esta sustancia contempla diversos tratamientos para convertir el petróleo crudo en diferentes productos que pueden comercializarse, como combustibles y aceites.
Entre los productos más habituales que se obtienen a partir del proceso de refino del crudo se encuentran el gasóleo, las gasolinas, los lubricantes, los gases licuados, los fuelóleos o los querosenos.
Procesos que se llevan a cabo en una refinería
En una refinería se llevan a cabo principalmente cuatro tipos de procesos:
- Conversión, que consiste en llevar a cabo la transformación de los llamados productos intermedios de cara a lograr que el resultado tenga una mayor calidad; es decir, que posean unas características mucho más óptimas. A su vez, este proceso puede ser de varias clases: craqueo, alquilación, coking…
- Separación por destilación, que se trata de separar los distintos componentes que posee el crudo mediante el calor.
- Blending. Este proceso también se da en llamar mezclado, ya que precisamente consiste en mezclar diversos productos intermedios para lograr unos específicos finales.
- Purificación, que viene a emplearse en los casos en los que el objetivo sea proceder a transformar o eliminar ciertos componentes que den forma al crudo.
Estas refinerías tienen diferentes características de acuerdo a los procesos que se realizan y a los productos que se obtienen. El petróleo crudo, por ejemplo, puede contar con distintos niveles de azufre, algo que exige tratamientos variados de acuerdo a cada caso.
En una refinería se puede realizar la destilación atmosférica, la reformación catalítica, la hidrodesulfuración y el cracking catalítico del petróleo crudo, entre muchos otros procesos. Esto lleva a que las instalaciones de las distintas refinerías sean bastante diferentes entre sí.
Los cuestionamientos ambientales
Pese a la importancia económica de las refinerías, su instalación y su funcionamiento suelen ser cuestionados por grupos ecologistas. Estas plantas industriales, en mayor o menor medida, generan emisiones contaminantes, son ruidosas, emanan olores desagradables y obligan a la descarga de efluentes. Por todo esto, las refinerías deben ser controladas estrictamente por el Estado para evitar que su actividad genere daños irreparables al planeta y, por extensión, afecte la calidad de vida de millones de personas. Se estima que existen una seiscientas refinerías de petróleo en todo el mundo.
Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto el hecho de que en las refinerías de petróleo, dada la peligrosidad del material con el que se trabaja, se hace necesario que las mismas estén dotadas con las mayores medidas de seguridad. En concreto, entre estas destacan equipos de protección personal para todos y cada uno de los trabajadores, formación continuada en materia de prevención de riesgos a los empleados, sensores inalámbricos de movimiento, sistemas de rastreos de personal o de supervisión de temperatura, presión de aire, niveles de caudales…