Resplandor es la denominación que recibe el brillo intenso de un objeto o la luz que emite un cuerpo o el sol. Por ejemplo: “Ten cuidado al conducir, que el resplandor dificulta la visión”, “El resplandor provocado por la explosión no me dejó ver por unos instantes”, “Debe ser un automóvil cero kilómetro: observa el resplandor de su techo”.
La noción de resplandor también se emplea de modo simbólico para referirse al lustre, la brillantez, el fulgor o el esplendor de algo o alguien: “El resplandor del último campeonato que conquistó el club permitió ocultar, por un tiempo, la mala administración financiera”, “García Márquez siempre nos iluminará gracias al resplandor de sus libros”, “El artista abandonó su carrera cuando aún gozaba del resplandor de su disco más exitoso”.
La novela «El resplandor» y su adaptación cinematográfica
“El resplandor”, por otra parte, es el título de una novela escrita por el estadounidense Stephen King y publicada en 1977. En su tercer libro, King cuenta la historia de Jack Torrance, quien se instala con su familia en un hotel ubicado en una montaña para trabajar como cuidador. En dicho establecimiento, que queda aislado durante el invierno, actúan fuerzas sobrenaturales que llevan a Torrance a la locura.
En 1980, tres años después de la aparición del libro, “El resplandor” se convirtió en una película. El filme, dirigido por Stanley Kubrick, contó con Jack Nicholson como Torrance.
A lo largo de su estancia en el hotel, Torrance comienza a volverse violento por razones que exceden los límites de lo natural, y va dejando atrás la tranquilidad e introversión que lo caracterizaban para actuar como un auténtico monstruo. Una escena en particular, en la cual rompe una puerta a hachazos, ha sido homenajeada en numerosas ocasiones, e incluso forma parte del póster oficial de la película, la cual, así como la interpretación de Nicholson, es aclamada por muchos amantes del cine, y ha pasado a la historia como uno de los iconos del suspenso.
Una tercera adaptación de la novela de King tuvo lugar en 1997. Ese año se emitió en Estados Unidos una miniserie basada en el libro que tuvo la dirección de Mick Garris.
El concepto en el diseño gráfico
En el ámbito del diseño gráfico, el resplandor puede ser un efecto aplicable a una imagen para simular que emite luz. Cada aplicación permite conseguir esto de diversas maneras, tanto a través de una serie determinada de pasos como con trucos que surjan de la creatividad de cada usuario. Photoshop, Gimp y Paint.net son tres ejemplos de programas que organizan sus documentos en capas, lo cual resulta ideal para conseguir este efecto, ya que en primer lugar es necesario contar con el o los objetos recortados hasta sus contornos, para que el brillo se ubique encima del fondo.
Los gráficos tridimensionales suelen dar al resplandor el nombre de halo, una propiedad de los materiales que los convierte en emisores de luz. A diferencia de la fotografía, donde el producto es estático, el 3d suele usarse para crear animaciones, y el cálculo de efectos como éste demanda hardware muy poderoso, según el grado de realismo y precisión que se pretenda alcanzar.
La iluminación es uno de los temas más complejos de los gráficos por ordenador, ya que engloba una serie de conceptos muy demandantes desde el punto de vista del procesamiento; si un objeto que se mueve por toda la escena emite un resplandor, entonces se vuelve necesario calcular en cada cuadro el efecto que esto produce en los demás, con sus correspondientes sombras y reflejos dinámicos.
Para crear la sensación de que una escena tridimensional está siendo fotografiada por una cámara real, es posible combinar el halo (el cual debe coincidir con la fuente de luz) y el destello (una secuencia lineal de puntos iluminados que se originan en el resplandor y atraviesan el centro de la imagen, pudiendo extenderse hacia la derecha o la izquierda, según la posición de la cámara). Esto también puede aplicarse a una imagen estática haciendo uso de herramientas de diseño tales como las mencionadas anteriormente.