Si bien cada persona es única, irrepetible y valiosa, hay seres que consiguen destacarse y sobresalir por alguna cualidad, condición o proeza que marca la diferencia.
Sobresaliente es un término que se utiliza con frecuencia en múltiples ámbitos y contextos. De acuerdo a la teoría, y según se comprueba en su aplicación práctica, esta palabra del idioma español funciona como adjetivo y se destina a exaltar a algo o a alguien que se destaca y sobresale por alguna razón.
Es usual que se apele a este vocablo en el área educativa a la hora de evaluar los conocimientos y desempeños de los alumnos. Sobresaliente, en este marco, es la calificación máxima y se consigue al desarrollar un rendimiento excepcional, ser brillante académicamente y/o al evidenciar una excelente conducta dentro del aula. El comportamiento de un estudiante se juzga como sobresaliente al observar muestras de compañerismo, respeto por el prójimo, buena educación, acatamiento de consignas, etc, así como el o la docente deja plasmado un «Sobresaliente» cada vez que la prueba o evaluación de un alumno no presenta errores y está correctamente resuelta, sin ningún ejercicio o pregunta pendiente de resolución.
En materia artística, en tanto, esta expresión se aprovecha como título de películas, libros, canciones y obras teatrales. En 1953, por ejemplo, se estrenó un filme de origen español denominado «Sobresaliente», mientras que en 2006 salió a la luz una opción de lectura firmada por Pascal Alan Nazareth que se titula «El sobresaliente liderazgo de Gandhi». También figura la noción de «sobresaliente» en el legado musical de la banda Alta Tensión.
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ResumenAptitudes y actitudes sobresalientes
Se considera que alguien posee aptitudes y actitudes sobresalientes cuando demuestra condiciones notables, habilidades admirables y logra, con sacrificio, talento, dedicación y compromiso, un papel destacado en su campo.
Se puede ser aclamado en numerosos rubros por éxitos cosechados, ser asombrosamente bueno en una cierta actividad o ser merecedor de elogios por alguna hazaña o acción digna de resaltar.
Si uno es impresionantemente capaz a nivel motriz, artístico, científico o humanístico, entonces es inevitable que quede en evidencia su don o idoneidad. Para determinar si un sujeto presenta características sobresalientes se observan y analizan, por lo general, parámetros vinculados a la parte creativa, a sus capacidades artísticas, a sus habilidades socioafectivas, a sus logros intelectuales y a la competitividad psicomotriz.
Si bien es un privilegio tener recursos, atributos y oportunidades para desplegar todo el potencial que una persona tiene y evolucionar individualmente siendo socialmente reconocidos por ello, es posible aspirar a ser sobresaliente cultivando un espíritu innovador e inspirador.
Estrategias para alcanzar la excelencia
Para alcanzar la excelencia y tener chances de sobresalir en cualquier segmento (estudiantil, laboral, deportivo, social, etc) es necesario implementar determinadas estrategias y agotar todas las herramientas a disposición para cumplir dicha meta.
El camino que conduce hacia la superioridad y el liderazgo requiere, en principio, perseverancia, firmeza y voluntad. La proactividad, el optimismo, la flexibilidad, la pasión y el coraje para ir detrás de un objetivo incrementan las chances de abrazar la excelencia.
Ser virtuoso y tener un desempeño extraordinario en una disciplina, función, competencia o labor lleva al éxito, a cosechar triunfos y a sumar prestigio.
De querer sobresalir y brillar hay que hacer uso de la imaginación y la creatividad buscando mediante ellas soluciones o propuestas efectivas y originales. Dentro del área asociada al empleo, además, hay que demostrar profesionalismo, iniciativa propia, idoneidad y ética.
Saber expresarse, poder establecer y mantener una óptima comunicación, experimentar la escucha activa, tener empatía y estar abiertos al aprendizaje constante son otras cuestiones que enriquecen a quienes son buenos en algo que les permite sobresalir entre la multitud.
Personas, instituciones y figuras consideradas sobresalientes
Abundan en el mundo los casos de personas, instituciones y figuras consideradas sobresalientes. Si bien hay que saber reconocer cuándo se exagera con la calificación o en qué casos es puntual y transitoria la aplicación del adjetivo, lo cierto es que se utiliza esta apreciación ante un suceso sin igual, resultados o estadísticas deslumbrantes y personalidades ilustres. Tampoco hay que perder de vista que no toda la sociedad tiene que coincidir con la visión que lleva a un individuo, organismo o Estado a otorgar una condecoración orientada a reconocer y celebrar la excelencia y distinción de un ser humano, proyecto o establecimiento.
Hace tiempo, por ejemplo, integrantes de la Academia Argentina de Letras estipularon distinguir a la lingüista, ensayista y poeta argentina Ivonne Bordelois con el título de Personalidad Sobresaliente de las Letras.
Al término de un encuentro deportivo, en cambio, Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, aseguró que el arquero ucraniano Andriy Lunin tuvo un desempeño «sobresaliente» en el partido que su equipo disputó con el RB Leipzig.
Se puede intentar ser sobresaliente en distintos campos y hasta lograr la excelencia y la distinción buscadas, pero siempre hay que ser una persona de bien, con valores y esencia noble porque eso es, en verdad, lo que permite marcar la diferencia.
En un artículo publicado en 2017 por el medio uruguayo El Observador, por otra parte, se presentó como sobresaliente a «Tres desconocidas», una obra que nutre la producción literaria del experimentado y reconocido autor francés Patrick Modiano, quien en 2014 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura. En la búsqueda de más muestras de aplicación del concepto se llega a una nota difundida en diciembre de 2022 por CNN en Español en la cual se describe como «sobresaliente» el desempeño artístico que tuvo Brendan Fraser en la película The Whale (La ballena).
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