Determinar el origen etimológico del verbo someter nos lleva a descubrir que emana del latín, concretamente de «submittere». Este término es fruto, a su vez, de la suma de dos vocablos de aquella lengua:
• El prefijo «sub-«, que puede traducirse como «debajo».
• El verbo «mittere», que es equivalente a «enviar» o «echar adelante».
Qué es someter
Someter es un verbo que nombra a la acción de oprimir, doblegar o dominar a otro ser humano o a un grupo de individuos. El proceso y las consecuencias de este verbo se conocen como sumisión o sometimiento.
Por ejemplo: «No me voy a dejar someter ni por Gabriel ni por nadie», «No creo que sea bueno tratar de someter a los empleados: es preferible que se sientan a gusto con la empresa y que cumplan las reglas por su propia voluntad».
La subordinación de la opinión o de las decisiones propias a las de otros sujetos también se conoce como someter: «Discúlpame, pero nunca me dejaré someter», «El intendente pretende someter a todos sus allegados, en lugar de escucharlos», «Después de mucho esfuerzo, el líder consiguió someter a los indecisos».
El término en la sexualidad y la política
Hay que exponer que este verbo se emplea de manera frecuente dentro de lo que es el ámbito sexual. Y es que se utiliza para referirse a que en el seno de una relación una de las dos personas «somete» a la otra, mediante un juego. Es decir, que se encarga de llevar las riendas o lo que es lo mismo que tiene el control de la situación.
No obstante, aunque en el seno de una relación consentida y aceptada el término no tiene ningún tipo de connotación negativa, porque se trata de algo acordado por ambas partes, en otras ocasiones si es algo delictivo. En concreto, nos estamos refiriendo, por ejemplo, a cuando un hombre viola a una mujer, ya que la somete a sus deseos y a su voluntad de manera violenta y a la fuerza.
En la política y en el vínculo entre países, la noción de someter se asocia a la conquista y al dominio: «Nuestra nación nunca tuvo la voluntad de someter a otros pueblos», «Las bombas podrán someternos, pero nuestro espíritu permanecerá intacto», «¿Por qué los ciudadanos iraquíes deberían aceptar que soldados extranjeros los sometan?».
Someter al tercer grado
Hay que decir además que existe lo que se conoce como «someter al tercer grado». Esta es una expresión que se utiliza con el claro propósito de dejar patente que alguien va a preguntar a otra persona de manera directa, profunda e incluso con presión sobre algún tema en concreto. Lo habitual es que ese tipo de acción se lleve a cabo dentro del ámbito militar o cuando se está desarrollando una investigación policial importante.
En otro sentido, se dice que una persona somete algo al juicio de los demás cuando expone argumentos o pensamientos y espera una respuesta: «Voy a someter mi propuesta a consideración de la junta directiva», «El dueño de la empresa informó que la venta de las acciones será sometida a revisión».
Una persona, por último, se puede someter a diversas prácticas o situaciones cuando acepta que éstas se concreten o cuando es forzada a ello: «Mañana me voy a someter a un interrogatorio a pedido del fiscal», «No pienso someterme a un examen médico de este tipo».