Hay empresas que optan por la subcontratación de marketing.
La subcontratación es el acto y el resultado de subcontratar. Este verbo (subcontratar) refiere a establecer un contrato con una compañía o un individuo para que realice una actividad que podría llevarse a cabo a nivel interno en la firma contratante.
Puede decirse que en la subcontratación hay un acuerdo a través del cual la empresa subcontratista brinda un servicio al mandante, asumiendo el control y el desarrollo de la tarea y aceptando los eventuales riesgos inherentes. A través del outsourcing o tercerización, la empresa contratista apela a mano de obra externa para la delegación de funciones que le son propias.
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ResumenPrincipales características
La subcontratación se basa en una externalización: ciertas tareas que se realizaban (o que podrían realizarse) en una organización se delegan a otra diferente, que asume la obligación a cambio de un pago. Hay una contratación de servicios que implica un trabajo por encargo ya que la empresa matriz le asigna las tareas al proveedor externo.
Existen distintas formas de concretar la subcontratación. Dependiendo del caso, el subcontratista puede aportar solamente los recursos humanos o también utilizar su propia infraestructura.
Es importante indicar que, con este acuerdo comercial, los servicios externos se prestan de manera permanente o estable. El subcontrato no suele deberse a una contratación temporal, sino que se integra al proceso empresarial del contratista.
La subcontratación debe enmarcarse en una planificación estratégica.
Ventajas de la subcontratación
La subcontratación es un mecanismo que suele favorecer una reducción de gastos. Al tercerizar actividades, se minimizan los costos operativos.
La externalización de procesos muchas veces se basa en la subcontratación laboral. Si una empresa subcontrata la atención al cliente, el mantenimiento informático o la seguridad privada, por ejemplo, suele ahorrar en comparación al dinero que debería destinar para desarrollar esas funciones a nivel interno.
En ocasiones, la subcontratación se lleva a cabo simultáneamente a una reducción de plantilla. La desvinculación laboral de trabajadores reduce los costos fijos de la firma, que pasa a optar por prestaciones externos.
La especialización es otra ventaja de la subcontratación. Es habitual que las empresas opten por una subcontratación de talento para el desarrollo de software.
La escalabilidad y la flexibilidad también son beneficios de la subcontratación. Incluso es más sencillo avanzar en una reestructuración empresarial cuando hay procesos críticos o funciones no estratégicas que se externalizan.
La subcontratación puede orientarse a servicios de logística, almacenamiento y transporte.
Aspectos negativos
A la subcontratación se le reconocen varias desventajas. El principal cuestionamiento está asociado a la pérdida de control por parte de la compañía: delegar acciones acarrea un riesgo reputacional ya que la entidad no está en condiciones de definir determinadas cuestiones, con lo cual puede haber un problema de alineación con la filosofía y los objetivos corporativos.
La calidad del servicio, en este marco, puede verse menoscabada. De todos modos, este factor depende de la experiencia y las condiciones del proveedor.
Otra cuestión vinculada al outsourcing es la seguridad. La protección de datos puede resultar amenazada al compartir la información con el subcontratista.
Tampoco puede soslayarse que el ahorro operativo que logra la compañía al subcontratar suele asociarse a una precarización laboral. Los trabajadores subcontratados cuentan con menos derechos respecto a los empleados que integran la plantilla fija de la empresa en cuestión.
Tipos de subcontratación
Es posible clasificar la subcontratación de acuerdo a diversos criterios. Una de las categorizaciones más habituales alude a la ubicación geográfica.
En este sentido se puede diferenciar entre la subcontratación onshore, la subcontratación nearshore y la subcontratación offshore. El onshoring implica subcontratar a nivel local (nacional); en el nearshoring, en cambio, se recurre a una firma de una nación limítrofe o cercana. En cuanto al offshoring, supone la subcontratación internacional de una compañía situada a gran distancia.
Otra clasificación se realiza en virtud del objetivo. La subcontratación estratégica apunta a una mayor calidad o a favorecer la innovación a partir de la externalización de operaciones clave. La subcontratación táctica, por su parte, busca aumentar la eficiencia operativa y reducir costos externalizando actividades complementarias a la tarea central de la empresa.
Respecto al servicio, existen la subcontratación ITO (Information Technology Outsourcing), a través de la cual se externalizan servicios relacionados con las tecnologías de la información; la subcontratación KPO (Knowledge Process Outsourcing), vinculada a conocimientos especializados; la subcontratación BPO (Business Process Outsourcing), que abarca procesos completos; la subcontratación de ventas, publicidad y marketing; y la subcontratación de producción, entre otras.
Algunos ejemplos
Tomemos el caso de una compañía de telefonía que decide subcontratar la atención al cliente. De este modo, las consultas, los reclamos y los pedidos de sus usuarios llegan a un call center instalado en un país diferente al de operaciones de la firma, que es gestionado por el subcontratista.
Pensemos en una pyme que terceriza su gestión contable. Así, recurre a un contador freelance que no forma parte de su plantel de empleados, sino que cobra por realizar específicamente estas tareas.
Las labores de limpieza también pueden constituir un ejemplo de subcontratación. Una agencia de viajes puede delegar el cuidado de la higiene de sus oficinas a un tercero.
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