Sustantivo individual es una palabra que describe a un único elemento, animal o individuo, en todos los casos de manera general. A este recurso muy utilizado a nivel cotidiano, tanto en la lengua hablada como en la escrita, también se lo conoce como nombre individual, ya que se destina a identificar a algo contable enmarcado en un conjunto o una agrupación de ítems.
Un sustantivo individual puede aludir a una criatura real o ficticia y se diferencia del sustantivo colectivo porque el primero, sin excepción, apunta a un objeto o ser que es posible individualizar y contar. Los sustantivos individuales determinan a una unidad que en ocasiones se presenta en singular y, en otras, en plural. En la práctica se admite como sustantivo individual, por poner un ejemplo, “un habitante” o “cinco habitantes” pero, de apelar al concepto de población, ya entonces entra en juego la categoría de sustantivo colectivo debido a que no es posible contar o establecer cuántos seres se engloban.
Cabe recordar que cada sustantivo, independientemente de qué tipo sea, posee un rol esencial e importante dentro del campo de la gramática porque enriquece a una lengua dándole claridad y precisión al lenguaje. Por lo general, hay recursos lingüísticos y figuras retóricas que lo complementan, embellecen, enfatizan y acompañan, pudiendo descubrir en una frase, enunciado u oración desde una aposición hasta un pleonasmo o una redundancia, por ejemplo.
Características de los sustantivos individuales
Hay características de los sustantivos individuales que los vuelven muy diferentes a todas las demás clases de sustantivos. Además de las diferencias mencionadas líneas arriba en relación a los sustantivos colectivos, los expertos en la materia señalan que ningún sustantivo individual, aunque se cite en plural, tiene la capacidad de reemplazar a un sustantivo colectivo o funcionar como él.
Por otra parte entran en juego el sustantivo propio, el sustantivo común, el sustantivo concreto y el sustantivo abstracto. Si bien, al igual que el individual, el sustantivo propio nombra a una unidad, este último se escribe en mayúscula y da nombre concreto de un sitio, animal, empresa o sujeto. Son sustantivos propios, por lo tanto, Nicaragua, Germán y Nestlé.
Del sustantivo común la teoría dice que sirve para reconocer a una misma categoría de algo señalando a una agrupación de elementos que comparten especie o rasgos. Bajo el tópico “familia”, por proponer una posibilidad, surgen como sustantivos comunes mamá, papá, prima, sobrino, abuela, tío, etc.
El sustantivo concreto, que se aprovecha para dar cuenta de la existencia de ítems específicos que se pueden apreciar con los sentidos, puede incluirse en la categoría de sustantivo individual. Rana, acordeón, pera y mesa son sustantivos concretos. Muy diferentes a ellos son los sustantivos abstractos porque se reservan a la mención de cuestiones intangibles, inmateriales: así lo son la justicia, la tristeza, el enojo, la solidaridad…
Tampoco hay que perder de vista la información que proporciona la morfología lingüística en materia de estructuras, variantes y vínculos. En idioma español, por ejemplo, el género gramatical se aplica sobre más de un pronombre, artículo, adjetivo y sustantivo porque en todo enunciado debe garantizarse la concordancia teniendo en cuenta si se expresa algo en femenino, masculino o, en ciertas lenguas, en neutro. Lo correcto es expresarse de las siguientes maneras: “El pez…” o “La manzana”, siendo incorrectas las formas “La pez” y “El manzana”. Es fundamental, además, el número gramatical a la hora de precisar si corresponde plural o singular: “El pez” (no “Los pez” ni “El peces”) y “La manzana” (no “La manzanas” ni “Las manzana”).
Nombres individuales en distintos estilos y registros
Los nombres individuales pueden aplicarse en distintos estilos y registros, así como es posible encontrarlos ya sea en el sujeto como en el predicado.
En el lenguaje coloquial se admite un estilo informal y espontáneo, a menudo empleando una única palabra o expresión (“¡Hombre!”) o alguna interjección (“¡Bravo! Mi jugador preferido batió un nuevo récord”) o elipsis (“La niña comió flan y el padre, helado”) que se aprovecha en alguna frase.
También hay sustantivos individuales presentes en el lenguaje periodístico (el cual tiene un vocabulario específico que debe ser conciso, claro, justo, objetivo y sencillo de comprender para la audiencia o los lectores), en el lenguaje científico (léxico también exacto, preciso, claro y objetivo), en el lenguaje jurídico (profesional, con tecnicismos particulares del campo del Derecho) y en el lenguaje técnico (aquel que se despliega en una disciplina o ámbito profesional apelando a una jerga o a un vocabulario particular comprensible para aquellos que se dedican a un campo especializado). Puede detectarse fácilmente, incluso, la presencia de los individuales y otros sustantivos dentro del lenguaje poético. Es usual que dramaturgos, narradores y poetas incluyan en sus composiciones alguna clase de palabra que se enmarca en la categoría de sustantivo individual, como sucede con “piedra”, “ratón”, “lápiz”, “árbol”, “flor” y “soldado”, entre muchos otros vocablos.