Taquifilaxia es un término que no está incluido en el diccionario que desarrolla la Real Academia Española (RAE). La noción se emplea en el ámbito de la medicina para hacer referencia a la tolerancia que tiene un sujeto hacia los efectos de un fármaco.
La taquifilaxia, por lo tanto, se vincula a la resistencia del organismo respecto a la acción de una droga. Debido a esta tendencia, una persona necesita consumir una dosis cada vez más grande del fármaco en cuestión para obtener el mismo resultado que obtenía en un primer momento.
Veamos un ejemplo hipotético para comprender a qué se refiere el concepto. Una persona que sufre dolor de cabeza toma una pastilla para que se le pase el malestar. Con el tiempo, debido a la taquifilaxia, debe tomar dos pastillas para combatir ese mismo dolor, ya que el fármaco ahora no le produce el mismo efecto.
Cabe mencionar que desde un punto de vista técnico, los términos tolerancia y taquifilaxia no tienen el mismo significado, sino que los especialistas reconocen ciertas diferencias. A grandes rasgos, es posible decir que la primera toma más tiempo en actuar, tanto como unas semanas, mientras que la segunda puede tener lugar al cabo de unos minutos de una dosis. La tolerancia ocurre a largo plazo y va exigiendo la administración de dosis mayores para obtener los mismos resultados a lo largo del tiempo; la taquifilaxia, en cambio, suele aparecer cuando las dosis se proveen de forma sucesiva y con intervalos breves.
La razón de tal diferencia reside en que, al no darle al organismo el tiempo suficiente entre una dosis y otra, los receptores destinados a tratar el fármaco no pueden interactuar con la nueva dosis, ya que se encuentran atendiendo la anterior, y esto hace que no se aproveche la totalidad de la sustancia, o bien que no se aprecien los efectos esperados.
Entre los fármacos con los que más comúnmente ocurre la taquifilaxia, se pueden mencionar los que sirven para la liberación del contenido celular; si su capacidad de generar dicha sustancia celular no es rápida, una serie de administraciones sucesivas en poco tiempo no ofrecerá los mismos resultados que si se distanciaran unos días, ya que la cantidad de sustancia intracelular será insuficiente. Esto mismo sucede con los fármacos usados en el elemento presináptico para inducir la liberación de neurotransmisores.
Para los especialistas, la taquifilaxia se produce porque el organismo tiene la capacidad de reforzar progresivamente su accionar para degradar el fármaco. Se produce, de esta manera, una desensibilización de las células. De forma simultánea, existe una cuestión psicológica que se vincula al aumento de la tolerancia.
Lo que provoca la taquifilaxia, en definitiva, es la necesidad de ingerir dosis más grandes de una sustancia para lograr los mismos efectos que antes se obtenían con una dosis menor. Esto lleva a que el sujeto incremente la cantidad de sustancia que consume.
Es importante aclarar que el organismo puede aumentar su tolerancia hacia determinados efectos del fármaco, pero no presentar cambios ante otros.
Existen diversos factores que pueden dar origen a la taquifilaxia, y entre ellos se encuentran los siguientes:
* alteraciones a nivel molecular en los receptores, desde un punto de vista estructural;
* decremento de la cantidad de receptores que se hallan en la superficie de la célula;
* los mediadores endógenos pueden haberse agotado;
* incremento en la degradación metabólica de la droga en cuestión;
* aparición de respuestas de tipo homeostático por parte del organismo para adaptarse a la presencia del fármaco, lo cual acaba por suprimir algunos de sus efectos;
* las células pueden expulsar de su interior el fármaco activamente.
