Tratado internacional es la denominación de un acuerdo que se plasma de manera escrita, que está alcanzado por el Derecho Internacional y que se celebra entre varios Estados (o entre ellos y algunas organizaciones internacionales, por ejemplo).
Se los puede catalogar en función de su temática (hay de contenido medioambiental, comercial, de paz, de derechos humanos, políticos, etc) y del alcance (hay bilaterales, que abarcan a dos partes, y multilaterales). No hay que perder de vista que hay tratados internacionales con jerarquía constitucional.
Suele considerarse que los tratados internacionales son esenciales para una buena convivencia mundial. Si bien no están exentos de críticas, son necesarios para regular asuntos puntuales (como los casos del tráfico aéreo y el comercio de armas, por ejemplo) y, en pos de su validación, resulta vital que los Estados intervinientes (las partes) participen de modo democrático y directo.
Características de un tratado internacional
Un tratado internacional surge por el desarrollo de dos pares de etapas. En primer lugar se afronta una fase de negociación y después se adopta el texto que caracterizará a dicho acuerdo. No se puede dejar de resaltar que la instancia de adopción es formal: en ella, las partes comprometidas con la negociación instauran el formato y el contenido.
Una vez cumplido esos pasos debe autenticarse el contenido (siendo la versión definitiva) y, por último, quienes adhieren a él deben expresar su consentimiento en obligarse.
La entrada en vigor de cada tratado internacional se segmenta en dos modalidades: una provisional (que puede estar autorizada en función de los términos del acuerdo) y otra definitiva (tal como ocurre cuando el documento se transforma, para las partes involucradas, en jurídicamente vinculante).
Es útil mencionar los efectos políticos y legales de los tratados internacionales. Su influencia no se limita al derecho interno, sino que también llega a las relaciones internacionales. Las legislaciones de esfera nacional e internacional, así como los mecanismos para el monitoreo y las estrategias para observar su cumplimiento son claves para garantizar su acatamiento y correcta ejecución.
Importancia y propósitos
Los tratados internacionales poseen una gran relevancia y tienen varios propósitos. En ocasiones, por señalar un caso a modo de referencia, sirven para fijar pautas de convivencia o términos de paz, así como en otras circunstancias son útiles para el reconocimiento de derechos fundamentales, su promoción y protección. Sirven de sustento, incluso, para las tareas de diplomacia.
Este tipo de documento, según se advierte al repasar la teoría, es valioso porque consta, básicamente, de una manifestación, entre las partes involucradas, de una voluntad común. En su contenido se hallan normas o enunciados con poder o solidez suficiente como para llegar a modificar una cierta situación jurídica.
Ejemplos de tratado internacional
Al buscar ejemplos de tratados internacionales adquieren relevancia numerosos acuerdos y documentos, siendo algunos de ellos significativos a nivel histórico y otros contemporáneos pero con un considerable poder de influencia.
Uno que goza de gran popularidad es un material en el cual se detallan tanto las obligaciones como los derechos de los Estados que integran la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La Carta de las Naciones Unidas, tal como se conoce a este tratado internacional, reúne los lineamientos primordiales que deben regir en una relación internacional. Es interesante señalar, asimismo, que en noviembre de 1989 la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó un tratado internacional focalizado en los derechos de los menores de edad: la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). La UNESCO, por agregar más datos, adoptó en 2019 un convenio internacional que reconoce cualificaciones vinculadas a la educación superior.
La Convención de Viena que se redactó en 1986 con la intención de enriquecer y fortalecer a una Convención de Viena previa (surgida en 1969 y focalizada en el Derecho de los Tratados), el Acuerdo de París (de carácter legalmente vinculante, firmado por más de 190 países) y el Pacto de San José (identificado también como Convención Americana de Derechos Humanos) son otros tratados internacionales.
Es enriquecedor saber que no hace demasiado tiempo fue aprobado el que se erige como el primer tratado internacional centrado en la utilización de sistemas de inteligencia artificial. Este instrumento legalmente vinculante, que en idioma español se conoce como Convenio Marco sobre Inteligencia Artificial y derechos humanos, democracia y Estado de derecho del Consejo de Europa apunta a dar garantías sobre un uso de dicha tecnología que esté a tono con el Estado de derecho, la democracia y los derechos humanos.
El crecimiento del sector tecnológico ha obligado, también, a trabajar en acuerdos internacionales para intentar darle batalla a la ciberdelincuencia y a los delitos digitales. El Convenio Budapest es un tratado internacional que entró en vigencia a mediados de 2004 y busca proporcionar un marco de protección a la comunidad (por medio de la cooperación internacional, el desarrollo de leyes sólidas y proyectos de investigación) frente a delitos y amenazas propios del ámbito de Internet.