La voz pasiva es un tipo de voz gramatical. Esta idea (voz gramatical), en tanto, es la categoría de la gramática que se asocia al verbo y que alude al vínculo semántico que mantiene con el objeto y con el sujeto. De acuerdo a la voz gramatical, el sujeto es paciente o agente según reciba o ejecute la acción.
La voz pasiva, como su nombre lo indica, aparece con el sujeto paciente. Un complemento es el elemento gramatical que ejecuta la acción del verbo, mientras que el sujeto la recibe.
Por ejemplo: «La torre del centro de la ciudad fue diseñada por mi padre». En este caso, «la torre del centro» es el sujeto pasivo que recibe la acción («fue diseñada») realizada por el complemento agente («mi padre»). Esa misma oración podría convertirse a voz activa del siguiente modo: «Mi padre diseñó la torre del centro de la ciudad». Si analizamos esta expresión, «mi padre» es el sujeto activo ya que aparece como el agente de la acción («diseñó»).
Tipos de voz pasiva
Es posible distinguir entre dos tipos fundamentales de voz pasiva: la de proceso y la de estado. La voz pasiva de proceso enfatiza especialmente la acción, permite responder a la pregunta «¿qué ha ocurrido?». Es muy poco común en el habla cotidiana y se reserva para el lenguaje escrito; se forma con el verbo auxiliar ser más el principal, como en el caso de «la joven ha sido atropellada».
Con respecto a la voz pasiva de estado, podemos decir que sirve para describir un hecho una vez que haya finalizado. Se construye con el verbo auxiliar estar y puede apreciarse en el siguiente ejemplo: «El padre de la joven atropellada está muy preocupado»; antes de llegar a ese estado, este hombre recibió la noticia del accidente o lo presenció y eso generó su cambio de ánimo, el cual se mantendrá estable hasta que su hija se recupere.
Existe otro tipo de voz pasiva, conocida como voz pasiva refleja. Su uso es mucho más frecuente en el habla que el de la voz pasiva de proceso, aunque muchas veces se utiliza de forma inadecuada. Como regla general, se recomienda no usarla si el sujeto de la pasiva es una persona. Un ejemplo de voz pasiva refleja es el siguiente: «Se dictan clases de canto».
Su uso en los medios de comunicación
La voz pasiva también puede aparecer en noticias presentadas por los medios de comunicación: «El presupuesto será aprobado por el Congreso» (voz activa: «El Congreso aprobará el presupuesto»), «El entrenador argentino fue despedido por el club catalán» (voz activa: «El club catalán despidió al entrenador argentino»), «El discurso fue transmitido por la televisión pública» (voz activa: «La televisión pública transmitió el discurso»).
Gracias al uso de la voz pasiva podemos dar énfasis a la acción o al estado que indica una oración; al contrario de lo que ocurre en la voz activa, el sujeto no es relevante, es anónimo o bien asumimos que todos los interlocutores lo conocen bien y por eso lo omitimos. A continuación presentamos una pequeña situación en la que se utilizan todos los tipos de voz pasiva, retomando el ejemplo mencionado más arriba.
«Una mujer ha sido atropellada por un autobús. Ya se ha llamado al servicio de emergencias médicas. La herida es conducida al centro de salud. Los testigos han sido entrevistados por los agentes de policía. Los familiares de la mujer desean ser informados. En particular, su padre está muy preocupado».
Dado que en el ejemplo anterior las acciones parecen ser más importantes que quienes las realizan, la voz pasiva resulta más adecuada que la activa para esta narración. Esto no significa que los agentes sean absolutamente irrelevantes. Por su parte, podemos deducir los que no se mencionan, gracias al contexto; por ejemplo, es probable que hayan sido los testigos o los familiares de la mujer quienes llamaron al servicio de emergencias médicas, y que ella haya sido llevada al hospital en ambulancia.
Ejemplos de voz pasiva
La voz pasiva puede usarse en cualquier ámbito siempre que aporte a la claridad expresiva y no dé lugar a la ambigüedad. Es posible emplearla en la redacción de un informe, en la escritura académica de una tesis, en la elaboración de un texto instructivo, en el desarrollo de un artículo periodístico o incluso en una obra de narrativa como un cuento o una novela.
Tomemos el caso de un reportaje sobre un partido de fútbol. El cronista puede indicar: «El penal fue pateado por el delantero uruguayo». Este es un ejemplo de voz pasiva: el «penal» aparece como el sujeto pasivo receptor de la acción («fue pateado»), mientras que el complemento agente es el «delantero uruguayo».
Pensemos ahora en una crítica literaria. El autor puede indicar: «La obra será aclamada por los lectores». Apelando a sus conocimientos de literatura, el crítico realiza un pronóstico recurriendo a la voz pasiva, con una «obra» como sujeto pasivo que recibe la acción («será aclamada»).